Curaduría

El Inkañán en el altiplano tarapaqueño y la dominación Inka en el Norte Grande de Chile

Proyecto Fondecyt Nº1050276

Investigador Responsable
José Berenguer R.
Coinvestigadores
Mauricio Uribe R.
Iván Cáceres R.
Cecilia Sanhueza T.

Durante los últimos 30 años, la interpretación de la dominación inka en el Norte Grande de Chile ha estado hegemonizada por el modelo de Llagostera (1976), quien sostiene que, al menos del río Loa al norte, la estrategia inkaica fue controlar los núcleos altiplánicos de los archipiélagos verticales preexistentes y así ejercer dominio indirecto sobre sus colonias en los oasis y valles del desierto. Mientras en los valles occidentales del extremo norte la tesis de un dominio indirecto ha tendido a mantenerse, recientes investigaciones en la II Región de Antofagasta favorecen la idea de un dominio directo, lo que implicaría que en algún punto del territorio intermedio (cuadrángulo Camiña-Isluga-Miño-Quillagua) y por razones que habría que investigar, hubo un cambio en las estrategias de poder imperial. Este territorio intermedio constituye una de las principales áreas de acceso desde el norte a la antigua Atacama, una región riquísima en yacimientos cupríferos, logísticamente vital para cruzar el así llamado “Despoblado de Atacama” rumbo a Chile y pivotal en las relaciones de larga distancia entre Tarapacá, el Noroeste Argentino y el Norte Chico. Sin embargo, el conocimiento de la ocupación inkaica en este territorio se halla prácticamente congelado a lo que se sabía hace tres lustros o más. El punto de vista en este proyecto es que estas relaciones verticales y horizontales no pueden sino haberse visto radicalmente afectadas durante el Tawantinsuyu y que el reciente progreso de la investigación en los valles occidentales, en el altiplano meridional de Bolivia y en Atacama, proporcionan una oportunidad inmejorable para reinsertar el cuadrángulo Camiña-Isluga-Miño-Quillagua dentro de la “conversación histórica” sobre la expansión inka en el Kollasuyu.

Proponemos examinar estas relaciones transversales y longitudinales entre grandes áreas de asentamientos o “nodos”, desde la perspectiva internodal ofrecida por el sistema vial de los inkas en el territorio intermedio. Comúnmente se asume que por el altiplano tarapaqueño corre el “Camino Occidental” de los inkas, pero salvo estudios y menciones puntuales, referidas especialmente al extremo norte de la Región de Tarapacá, nunca se ha investigado sistemáticamente por dónde pasa exactamente su traza, qué características y componentes presenta, y de qué manera la vía, sus asentamientos laterales y marcadores camineros, se relacionan con los asentamientos preexistentes del altiplano, las quebradas y el desierto tarapaqueño. En este proyecto, aislamos un estrecho transecto norte-sur del altiplano tarapaqueño de 220 km situado entre las localidades de Miño e Isluga (ca. 21° – 19° Lat. S), para un específico escrutinio del camino inka. Por una parte, este transecto une por la sierra los valles occidentales del extremo norte con la antigua Atacama, y por otra, se interpone en las rutas que vinculan el altiplano meridional de Bolivia con el desierto chileno. Una investigación socio-espacial focalizada en las expresiones materiales de los despliegues de poder sobre el espacio a lo largo de este trayecto del Inkañan, revelará aspectos ideológicos de la dominación física y simbólica de Tarapacá difícilmente abordables en otros contextos de la región y/o con otras estrategias teóricas y metodológicas. Nuestra expectativa es que el registro arqueológico de esta franja contribuya a discutir críticamente la dicotomía de Llagostera (1976) entre control inkaico directo e indirecto en la región.
Para esto, interesa: (1) identificar y registrar el trazado del camino inka entre Miño e Isluga, sus características constructivas, elementos laterales y asentamientos que conecta; (2) analizar la arquitectura inkaica o de otra naturaleza situada a la vera del camino; (3) analizar la variabilidad tipológica de los marcadores camineros; (4) recuperar información artefactual y/o ecofactual depositada en el camino propiamente tal, en asentamientos relacionados con él y en marcadores camineros; (5) contribuir, a través de la documentación etnohistórica a una discusión de las lógicas y estrategias ideológicas, simbólicas, político-territoriales y de acceso a recursos económicos o “étnicos” implementadas por el Tawantinsuyu en la región de Tarapacá, e identificar las prácticas de dominio que articularon esta región con territorios vecinos (Carangas, Pacajes, Lípez, Arica y Atacama); y (6) sistematizar y analizar la documentación etnohistórica del período colonial temprano relativa al trazado de los caminos inkaicos en la región, a rutas y circuitos de circulación locales e interregionales y su articulación con asentamientos, explotación diversificada y movilización de recursos.
Estos objetivos se abordarán mediante una metodología ya probada por nosotros en un proyecto que tuvo características similares, aunque una localización y alcances interpretativos diferentes (Proyecto Fondecyt 1010327). Esta metodología combina múltiples pero complementarias líneas de evidencia, incluyendo un estudio exploratorio (exégesis toponímica, análisis aerofotogramétrico, sig), reconocimiento previo de terreno, análisis de documentos etnohistóricos éditos e inéditos (siglos xvi-xix), prospección pedestre y de cobertura total, análisis arquitectónico (levantamiento topográfico y levantamiento analítico), traspaso de datos de campo a cartografía digital y base de datos, excavación de muestra representativa en tipología, tamaño y complejidad de seis asentamientos selectos, y análisis diversos de material cultural recuperado en terreno.