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EL QUIPU, LAS NECESIDADES
DE UN IMPERIO
El vasto territorio abarcado por el Tawantinsuyu comprende
de norte a sur una gran diversidad de ambientes naturales y de oeste
a este un intrincado escalonamiento de zonas ecológicas, incluyendo
el desierto de la costa del Pacífico, la Cordillera de los
Andes y las húmedas tierras bajas de la selva tropical.
El
principal desafío para los inkas era programar y coordinar
sus actividades a través de un área caracterizada por
importantes diferencias en los tiempos de siembra y cosecha, de pastoreo
de camélidos y de disponibilidad de diversos recursos. Debían
organizar y coordinar la producción de alimentos, algodón,
lana, minerales, metales y otras materias primas y artículos
acabados, así como inventariar y almacenar estos productos
en las qollcas o bodegas estatales. Sincronizar estas actividades
requería de un cuidadoso registro de ciclos temporales basado
en observaciones astronómicas y de un calendario que programaba desde
la siembra y la cosecha hasta la celebración de rituales locales
y estatales.
El quipu fue el instrumento más apropiado para
registrar esta enorme, compleja y diversa información a través
del Imperio.
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