El Museo Chileno de Arte Precolombino es un espacio vivo, abierto y diverso. Un Museo que integra y escucha, una América sin fronteras reflejada en cada una de las piezas de la colección, que representan a más de cincuenta culturas precolombinas y pueblos originarios en dos muestras permanentes: América Precolombina en el Arte y Chile antes de Chile. Contamos con una colección de más de diez mil obras de arte de toda América y programamos exposiciones temporales y una nutrida agenda de actividades de extensión en las que se fomenta especialmente el vínculo con niñas y niños, a través de un programa educativo integral en el que recibimos gratuitamente cerca de veinte mil escolares cada año. De igual forma, en la línea de la estimulación del conocimiento, contamos con una Biblioteca de acceso público con una colección de más de quince mil libros y el Archivo Audiovisual más importante de América.
Con dos tercios del financiamiento de gastos ordinarios provenientes del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y la Municipalidad de Santiago y el otro tercio correspondiente a recursos generados por el propio Museo, poseemos un modelo de gestión que demuestra el éxito de las alianzas entre el Estado e instituciones privadas con fines públicos. El monto total recaudado financia los gastos básicos de mantención del Museo, que lamentablemente no se pueden conseguir por otras vías. Se trata de la base de la sustentabilidad de la institución, a través de la cual el Museo recauda fondos privados para exhibiciones, investigaciones y publicaciones.
El Museo abre sus puertas el 10 de diciembre de 1981 gracias al apoyo fundacional de la Municipalidad de Santiago, que aporta un tercio del financiamiento anual y el edificio en comodato – declarado Monumento Histórico en 1969 -. El inmueble fue entregado en 1980 con el 100% de sus instalaciones inutilizables debido a un incendio sufrido previamente. Ante esto, durante la misma década y con fondos municipales, el equipo del Museo asumió el desafío de recuperar ese espacio y restaurarlo para hacer de él un lugar al servicio de las personas, fortaleciendo el orgullo que debemos sentir por el patrimonio arquitectónico y convirtiéndose en una atracción para el público y los turistas. Es en ese sentido que en el año 2011 el Museo Precolombino cierra sus puertas para dar inicio a uno de los desafíos más significativos de su historia: la ampliación de sus dependencias y la restauración del edificio. Este proyecto, financiado con 17 millones de dólares aportados por Minera Escondida, permitió ampliar el Museo en 1.800m2 con dos pisos subterráneos, en los cuales se alojan la nueva exposición permanente Chile antes de Chile y el Área de Colecciones. Hoy la ciudadanía puede disfrutar de un inmueble que une en su interior la arquitectura neoclásica con la contemporánea, en una propuesta desarrollada por Smiljan Radic, uno de los arquitectos chilenos más importantes del mundo.
Entendiendo que el acceso a la cultura es un derecho humano, hemos atendido las demandas de la sociedad generando múltiples instancias de gratuidad: entrada liberada para adultos mayores locales, entrada liberada a menores de 10 años, a personas pertenecientes a los pueblos originarios, a socios del Club Barrio Santiago, a funcionarios de la Municipalidad de Santiago, a trabajadores de museos públicos y privados, a periodistas acreditados, a profesores del sistema educacional formal y académicos de universidades chilenas, entrada y visitas mediadas a estudiantes de enseñanza básica y media junto a sus profesores, acceso liberado a la Sala ZIM de la Fundación Mustakis, entrada liberada al Museo el primer domingo de cada mes; además de las actividades gratuitas de extensión: charlas, encuentros especiales y ciclos de cine. Todas estas vías han permitido que el 40% de los visitantes anuales al Museo ingresen de forma liberada.
Parte del espíritu de la institución se ve reflejado en el compromiso con los diversos públicos y la transformación del museo en un espacio educativo continuo no sólo para los estudiantes y profesores, sino para la comunidad en general, a través de experiencias de aprendizaje en un contexto único y distinto de la sala de clases y del día a día. Uno de los resultados más significativos se encuentra en el vínculo generado con los profesores de la Región Metropolitana, al involucrarnos en el currículo escolar. Gracias al Programa América Precolombina: Formación Docente en Interculturalidad, somos un apoyo a la formación inicial y continua de los profesores, porque creemos que tenemos una responsabilidad social que cumplir, entendiendo la diversidad cultural presente en el Chile actual.
El trabajo a nivel comunal ha permitido un importante lazo con las oficinas de Infancia, Pueblos Indígenas y Adulto Mayor de la Municipalidad de Santiago, que ha impulsado la creación de una programación de actividades abiertas al público que es contingente y que comprende la diversidad de las personas y sus intereses, poniéndolos en sintonía con los contenidos del Museo y haciéndolos parte de nuestro quehacer.
La confianza de la ciudadanía en el Museo también se ve reflejada en el aumento de la colección. Lo que comenzó con una donación inicial de mil piezas entregadas por el fundador y filántropo Sergio Larraín García-Moreno, hoy en día llega a diez mil doscientas piezas de un incalculable valor, representativas de todo el continente americano. Esta entrega voluntaria demuestra cómo las personas consideran que el Museo Precolombino es el mejor lugar para el resguardo, investigación, conservación, divulgación y contacto entre el arte y la sociedad.
Chile, Santiago y el Museo Precolombino albergan la raíz, riqueza y diversidad de nuestra historia. Los invitamos a redescubrir esta geografía sin límites donde todas y todos son bienvenidos.
Museo Chileno de Arte Precolombino, el corazón de América.