Parakas se desarrolló en valles de la costa sur del Perú, como los de Ica y Pisco. Esta es una zona desértica, pero con un mar particularmente rico en recursos
Parakas se desarrolló en valles de la costa sur del Perú, como los de Ica y Pisco. Esta es una zona desértica, pero con un mar particularmente rico en recursos
Los Parakas fueron agricultores de maíz, camote, algodón, porotos y yuca. Sin embargo, el mar fue su principal fuente de alimentos, obtenidos mediante la pesca, la caza de mamíferos marinos y la recolección de mariscos, algas y otros productos. Si bien fue una sociedad de campesinos y pescadores, destaca entre otras cosas por los conocimientos médicos de sus curanderos, que hacían complejas y exitosas trepanaciones craneanas.
Las botellas Parakas presentan asa-puente y doble gollete, muchas de ellas decoradas con pintura post-cocción, usando pigmentos resinosos con vivos colores, como azules, amarillos, rojos, naranjas, verdes y cafés. Si embargo fue en el arte textil donde los Parakas alcanzaron mayor destreza, logrando textiles policromos de excelente calidad. En un primer momento destacan las telas dobles y las gasas bordadas, creando motivos zoomorfos, con colores celestes, amarillos, cafés, blancos y negros. Posteriormente aparecieron las representaciones de individuos humanos con cabezas-trofeo en una mano y armas en la otra. Las técnicas utilizadas para decorar las telas eran variadas: desde el teñido al bordado de figuras tridimensionales. Otros medios de expresión fueron los objetos de oro, las calabazas pirograbadas y el trabajo con plumas exóticas.
El culto a los muertos era aparentemente muy importante entre los Parakas. A menudo los cuerpos eran depositados, acuclillados y vestidos, dentro de un cesto que luego envolvían en telas alternadas: una lisa y otra con finos bordados. Algunos fardos funerarios han alcanzado hasta 20 paños envueltos. Entre paño y paño se depositaban ofrendas como intrumentos musicales, abanicos de plumas, peines, tejidos en miniatura, etc. La iconografía de muchos de estos objetos estaba plagada de personajes fantásticos. Los seres con rasgos de felinos, serpientes o animales marinos, junto con las figuras antropomorfas que escupen animales mitológicos y que portan distintas armas, hace referencia a deidades que debieron ocupar una importancia central dentro cultos y ritos. Destaca el personaje del «sacrificador», que generalmente porta en una mano una cabeza cortada y un hacha en la otra.
La mayor parte de los poblados conocidos corresponden a campamentos estacionales cercanos a la costa y en los bordes de los valles. Las construcciones consistían en cuartos aglutinados formando casas o grupos de casas, construidas con muros de piedra asentadas con algas y rellenos con basura y conchuelas. En tiempos más tardíos, construyeron poblados más grandes en torno templos construidos con montículos de adobes.
En sus inicios la cultura Parakas tuvo fuertes influencia de Chavín, aunque con el tiempo fue adquiriendo características propias, especialmente evidente en la rica policromía de sus obras de arte. Esta policromía fue un legado que dejó huellas en el sur peruano y que alcanzaría su máxima expresión en la cultura Nasca, heredera directa de la tradición Parakas.