Sus artesanos dominaban complejos procedimientos para el trabajo del metal. Producían bronce y trabajaban con la técnica de la cera perdida para elaborar figuras, hojas de hacha, pinzas depilatorias y placas de metal, entre muchos otros objetos. Las placas metálicas son una buena síntesis, tanto del conocimiento de la técnica de los artesanos, como el universo simbólico de esta cultura. Generalmente muestran un personaje central, conocido como Deidad de las Manos Vacías, que se caracteriza por combinar atributos de felinos y de serpientes. Otra artesanía bien conocida de esta cultura es la alfarería. Decoraban las vasijas con elaborados y delicados incisos sobre las paredes de las piezas, como también por medio de la aplicación de pigmentos de colores. Incluyen una variedad de diseños geométricos y motivos de felinos, ofidios, antropomorfos, aves y batracios que adquieren características míticas, a través de la combinación de atributos de diferentes especies.