Culto y Funebria

Los diseños en la cerámica y las piezas de metal representan la importancia simbólica de determinadas figuras humanas, serpientes bicéfalas y animales como el sapo o el suri o avestruz andina. A juzgar por su representación común en la urnas, estos motivos eran parte importante de los ritos funerarios y del culto a los muertos. Los primeros cronistas españoles que llegaron a esta región señalan que los difuntos eran velados por varios días y luego enterrados con trajes, adornos y ofrendas de alimentos, bebidas y objetos. Los entierros de adultos eran en cámaras funerarias cilíndricas que se abrían reiteradamente para alojar nuevos difuntos. Los niños eran inhumados en urnas o en verdaderos sarcófagos de cerámica preparados con anticipación. Muchas de estas urnas funerarias eran decoradas con caras antropomorfas modeladas o con motivos zoomorfos y geométricos pintados.