Es un arte marcado por la religión, ya que sus más destacadas obras eran objetos usados para el servicio religioso. Destacan los instrumentos utilizados en la ceremonia de la cohoba, tales como espátulas, inhaladores, platos, cemíes y duhos. Además hay figurillas y vasos-efigie que muestran la posición utilizada en este ritual: piernas flectadas y manos en las rodillas. Otro tipo de elementos destacable son los adornos personales, constituidos por coronas y cinturones de huesos de pescado y piedra, así como los collares y esculturas en miniatura que se colgaban en la frente y cuello. Su cerámica era monocroma y exhibe motivos antropomorfos, zoomorfos y geométricos realizados mediante incisión o punteado, así como modelados y asas decoradas. Entre las formas destacan los vasos efigies de forma humana. Son característicos de los tainos unas pequeñas esculturas de piedra pulida, llamadas «trigonolitos» por su característica forma de tres puntas. Se relacionarían con ritos agrícolas, ya que guardan cierta semejanza con los montículos utilizados para cultivar y suelen encontrarse en los campos de cultivo.