Valdivia destaca por ser uno de las primeras sociedades americanas en que se masificó el uso de la cerámica. Confeccionaban principalmente ollas, cuencos y escudillas, siempre de boca ancha y base cóncava. Para la decoración de estas vasijas emplearon diversas técnicas: modelado, inciso o estampado, con las que realizaban motivos geométricos, sobre vasijas generalmente pulidas. Otro elemento destacable de la alfarería de esta cultura son las figurillas, las que en un comienzo fueron hechas de piedra y luego de cerámica. La mayor parte representa mujeres, que muestran distintas fases de la vida femenina, como la pubertad y el embarazo, el parto. La importancia que tenía el adorno personal para esta cultura, también se muestra en figurillas con bezotes o adornos labiales, collares y orejeras. Estos elementos se harían principalmente de conchas marinas como el molusco bivalvo Spondylus sp. y el caracol Strombus sp., que posteriormente tendrían gran importancia para la ritualidad de los pueblos andinos.