Los quechuas se definen como etnia a partir de su lengua, la quechua. Las primeras comunidades constituidas se localizan en Ollagüe y en el río San Pedro, afluente del río Loa en su curso superior, de la Región de Antofagasta. Recientemente, personas y familias de oasis y quebradas de Tarapacá, como las de Mamiña, Quipisca y Miñe Miñe, que no necesariamente hablan la lengua vernácula, se han auto identificado como quechua en base al antecedente de que históricamente han vivido en esos lugares.
Ollagüe y el Alto Loa y los oasis y quebradas de Tarapacá presentan medioambientes diferenciados. Ollagüe es una zona de ambiente altiplánico con salares como los de Carcote y Ascotán, ubicados a 3600 msnm. La vegetación entre los 3600 y 3850 msnm, es de tipo herbácea y arbustiva, conocida como tolar, al que le sigue en altitud el pajonal, con gramíneas y llaretas, hasta el límite vegetacional por sobre los 4200 m.s.n.m. El clima dominante es el desierto de altura, con temperaturas anuales extremas de 25º C y -23º C. El periodo lluvioso ocurre durante el verano y son los volcanes Alconcha, Ollagüe y Aucanquilcha los que debido a su altura, reciben las mayores precipitaciones de lluvia y nieve. Estas lluvias favorecen la formación de vertientes y aguadas usadas en el pastoreo de animales y en el cultivo agrícola y son esenciales para renovar los pastos de alturas. En la zona del río San Pedro, los antiguos habitantes quechua habitaban el poblado Ojos de San Pedro y ocupaban toda la cuenca en actividades de pastoreo. Esta cuenca alta tiene una vegetación y clima similares al del sector de Ollagüe, aunque aquí las mayores precipitaciones caen sobre los volcanes San Pedro y San Pablo, Paniri, Inacaliri y Línzor. En las faldas de estos grandes relieves surgen las aguas que forman los ríos Inacaliri y Cabana, a los que se suman las aguas del río Silala proveniente de Bolivia, todos los cuales alimentaban la laguna Ojos de San Pedro que daba origen al río homónimo. Pero estos ríos han sido entubados y la laguna San Pedro desecada para usarse sus aguas en actividades mineras, sanitarias y en el ferrocarril. Debido a esta grave alteración ecológica, hoy la mayoría de las familias quechua, al igual que las de Ollagüe, viven en la ciudad de Calama.
Las comunidades quechua de Tarapacá, por su parte, se localizan en oasis pies montanos y quebradas, con un clima de desierto, pero abastecida por aguas subterráneas. En estas zonas se generan microclimas con temperaturas medianas a altas, protegidas de las heladas que favorecen los cultivos y las plantaciones de frutales.