Las fechas más tempranas de ocupación en Rapa Nui indican presencia humana desde más o menos 100 años d.C. Fue Hotu Matu’a quien comandó la primera migración a Rapa Nui, la de los Hanau momok, desde algún lugar de la Polinesia; luego la isla recibió una segunda oleada de hombres, la de los Hanau eepe. A la muerte de Hotu Matu’a, poco a poco, fueron apareciendo conflictos generados por la asociación de una fuerte presión demográfica y la escasez de recursos naturales. El punto culmine fue una crisis de la cultura clásica de Rapa Nui, traducida en una revolución contra el grupo de elite Ariki y de las actividades religiosas que los representaban. La reorganización social conllevó conflictos intergrupales, canibalismo y la destrucción de los Ahu-Moai.
Con la llegada en 1722 del navegante holandés Jakov Roggeveen, Rapa Nui inició su fase histórica, la de contactos y la aculturación a la sociedad occidental. Hasta 1833, los contactos con europeos se limitaron al área del litoral y se caracterizaron por el intercambio de bienes (como gallinas, agua y vegetales principalmente, a cambio de artículos de madera, metal, etc.) y el tráfico sexual con las mujeres. Durante esta época, la sociedad Rapa Nui estaba en decadencia, los alimentos escaseaban y había un alto grado de conflicto interno.
Además, en el año 1862, una parte de los Rapa Nui fueron escalvizados y trasladados al Perú, situación que terminó por disminuir a la población en más de 50%. Entre 1864 y 1872, los contactos con y europeos fueron sistemáticos a partir de la instalación de dos misiones religiosas francesas en la isla. Esto conllevó cambios: poco a poco la religión católica reemplazó las antiguas prácticas de culto, la población de la isla se concentró, la división territorial tradicional colapsó, el sistema de producción se desintegró y la propiedad de la tierra se concentró en manos extranjeras y se destinó a la ganadería. La población de Pascua quedó reducida a 175 personas que se transformaron en inquilinos.
En 1888, el capitán Policarpo Toro toma posesión formal de Rapa Nui a nombre de Chile. Se enviaron funcionarios gubernamentales y tres familias de colonos, los contactos con la Polinesia francesa disminuyen y los europeos radicados en la isla partieron. A pesar de ello, la Isla queda totalmente abandonada por las esferas políticas chilenas. La economía isleña volvió a basarse en actividades tradicionales de agricultura y pesca y muchos isleños volvieron a habitar sus tierras ancestrales.
En 1892, el Fisco firma un contrato de arriendo por las tierras y bienes públicos con un ciudadano francés, y en 1895 se instala en la isla, Merlet y Cía., convirtiéndose Rapa Nui en una hacienda ovejera, reiniciándose a través de este sistema ganadero los abusos y la pobreza para la población local.
En 1953, Rapa Nui pasa a la administración de la Armada de Chile, la situación de la isla se regulariza y comienza una fase de desarrollo en infraestructura y contacto con el mundo exterior. Expediciones científicas como las de Thor Heyerdahl y William Mulloy reintroducen a los Rapa Nui en su pasado e interés por su patrimonio cultural, revitalizándose la industria artesanal. Los isleños comienzan a demandar y adquirir mayores derechos.
A partir del año 1965, se amplía la apertura de la isla hacia el mundo exterior gracias a la mejora de las comunicaciones, la creciente llegada de extranjeros e importantes movimientos migratorios entre Pascua, el continente y Tahiti. El contexto familiar tradicional de hoy en día se ha revigorizado, pudiéndose considerar la tierra como clave para la continuidad cultural Rapa Nui. El turismo se ha constituido en pieza central de la economía isleña. En la actualidad 4647 individuos se adscriben a la etnia Rapa Nui, representando el 0,67% del total de los indígenas del país.