Tlatilco destaca por sus figurillas humanas de cerámica. Las hay de dos clases: unas grandes, huecas y pintadas de rojo; otras pequeñas, sólidas y manufacturadas con increíble delicadeza y maestría. Estas últimas casi siempre representan a mujeres jóvenes desnudas, ataviadas con complejos tocados, breves faldellines o cubiertas con pintura corporal. También hay representaciones de personajes con dos cabezas, jorobados e individuos deformados o enmascarados. Se representan vestimentas, personajes y oficios, tales como jugadores de pelota y contorsionistas. Las vasijas de cerámica exhiben una decoración plástica y un limitado empleo del color. Las formas más comunes de estas vasijas, que muestran claras influencias externas, son escudillas, jarrones sin cuello, botellas de cuello largo, jarrones con tres patas y botellas con asa en forma de estribo. Además, hay vasijas modeladas con formas de animales y vegetales del entorno, como patos, peces y calabazas.