Contextualización y análisis de los restos óseos humanos más antiguos de Patagonia: cueva Baño Nuevo 1
Investigador responsable: Francisco Mena L.
Financiado por Fondecyt, proyecto n° 1030560
Marzo 2003 a marzo 2006
La cueva de Baño Nuevo es un sitio arqueológico de excepcional interés a nivel nacional e internacional. Incluye el contexto cultural más antiguo conocido a la fecha en la región de Aisén (cuatro o cinco mil años antes que el que le sigue) que, junto a tres o cuatro sitios en actual territorio argentino, representa uno de los poquísimos ejemplos de ocu paci ón humana en la transición Pleistoceno-Holoceno en la cordillera centropatagónica (ninguno de los cuales tiene fechas anteriores al 10000 AP, ni fauna extinta, como tampoco los tiene Baño Nuevo). En este componente inferior se ha recuperado además uno de los cuatro esqueletos humanos fechados directamente antes del 8000 AP en todo SudAmérica, y es altamente probable que restos de otros cuatro individuos en el sitio tengan una antigüedad similar. Considerando la escasez de este tipo de evidencias en tiempos del poblamiento inicial del Nuevo Mundo (la calidad y cantidad de fechas directas lo hacen solo comparable a Kennewick, esqueleto ampliamente discutido en la literatura especializada y periodística en el mundo siendo que es posterior a Baño Nuevo y no se halló en contexto), y la creciente importancia de hipótesis que señalan que las primeras poblaciones americanas pudieron ser distintas de los indígenas actuales, estos esqueletos deben ser estudiados en su contexto con el mayor rigor que permiten los medios actualmente disponibles.
Considerando, por otra parte, que las excavaciones previas fueron de carácter exploratorio y que la cueva -aparte de ser pequeña- ha sufrido ya algunas destrucciones vandálicas y sondeos clandestinos, es urgente volver a investigarla, con el fin de reevaluar su estratigrafía, ampliar y sistematizar las excavaciones, y ubicar el sitio en su contexto regional y paleoambiental. Pese a que algunos de los esqueletos han sido fechados directamente y no hay dudas de su antigüedad (se propone también fechar todos los demás), la importancia de reevaluar la estratigrafía y procesos de formación sedimentaria, se relaciona con hipótesis acerca de la coexistencia de fauna pleistocénica y seres humanos. Aunque la estratigrafía parece intacta, el hallazgo de fechas radiocarbónicas invertidas o en asociaciones inesperadas (ej. 11000 y 9000 AP en un mismo rasgo) despierta una serie de dudas y preguntas que sólo pueden resolverse con un estudio detallado de procesos de formación sedimentaria, que un sitio de esta importancia requiere.
A este último objetivo contribuye también el ampliar las excavaciones en la cueva, puesto que -por una parte- las excavaciones pioneras de Bate registraron evidencias (ej. huesos caballo americano) y asociaciones que no se observaron en las excavaciones de 1996 y bien pueden corresponder a diferencias de microlocalización y que -por otra- los últimos trabajos permitieron remover parte importante del derrubio superficial que cubre las capas arqueológicas, haciendo aumentar el potencial de excavación de este pequeño yacimiento.
Por último -y puesto que las excavaciones anteriores han sido exploratorias- no sabemos absolutamente nada del contexto regional del sitio, y se proponen prospecciones sistemáticas y sondeos, no sólo con miras a registrar nuevas evidencias arqueológicas, sino también a conocer el es paci o circundante (ej. si hubo más cuevas o aleros útiles como madriguera no podría explicarse la alta frecuencia de cánidos en la cueva como simple efecto de la inexistencia de refugios alternativos, debiendo explorarse «explicaciones» que involucren factores antrópicos). Con respecto al contexto paleoambiental de estos hallazgos, se propone hacer estudios intrasitios (ej. análisis isotópico de sedimentos) y extra-sitio (ej. perfiles polínicos) con el fin de conocer mejor las características del medioambiente en momentos de las ocu paci ones culturales.