A través de fotografías, sonidos, diagramas y explicaciones, en esta sección es posible conocer 20 instrumentos musicales de la colección del Museo.
La música formó parte importante de las sociedades precolombinas. El canto y los instrumentos musicales estuvieron presentes en las grandes reuniones sociales como celebraciones de año nuevo, fiestas agrícolas y ceremonias de nuevos gobernantes y, también, en las fiestas familiares para celebrar los casamientos, o para marcar la llegada de la pubertad o de la muerte.
Pero para cada ocasión debía hacerse una música determinada con los instrumentos apropiados, ya que su ejecución tenía repercusiones en todos los planos de la existencia: desde su resonancia en el mundo de los dioses hasta sus efectos en el clima, la fertilidad y la muerte. Por lo mismo, la música no era un mero acompañante de la vida, sino una herramienta fundamental para definir el futuro.
Las flautas son los instrumentos más comunes en las colecciones prehispánicas de Mesoamérica y América del Sur, sobre todo las de cerámica. Comúnmente presentan una digitación pareada, es decir, ambas manos responden en forma de «espejo». Este sistema permite un gran preciosismo de adornos y florituras sin complejidades técnicas (por ejemplo, la ocarina Tairona o las flautas globulares Nasca).
Otras piezas de gran trascendencia en los Andes Norte son las botellas silbadoras, que suenan por el movimiento del agua que pueden contener en su interior, sin necesidad de soplarlas. Se obtiene así un sonido similar al componente sonoro del agua: puede decirse que se escucha el agua modificada por un silbato.
Un tercer tipo de flautas –representado aquí solo por un ejemplar muy antiguo, el silbato doble de Arica–, es el de las flautas con sonidos disonantes y agudos, que se escuchan a gran distancia y que provocan una sensación sumamente penetrante. Este efecto se relaciona con la música como generadora de trance, fenómeno muy extendido en los Andes Sur hasta el día de hoy.
La quena, instrumento representativo de los Andes, tiene una amplia distribución en el tiempo y el espacio. El piloilo mapuche, en cambio, es una invención acotada a un tiempo y limitada al sur de Chile. Por último, la trompeta de caracol, un instrumento universal asociado al mar, fue llevado a un nivel artesanal inigualable por los antiguos ceramistas de la costa central de Los Andes.