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TripAdvisor anunció a los ganadores del Traveller’s Choice 2018, reconocimiento en el que el Museo Chileno de Arte Precolombino ha sido premiado en dos categorías:

Los premios Travellers’ Choice son el galardón más importante que otorga TripAdvisor, considerado el sitio de turismo más relevante y respetado del mundo.

Trabajamos día a día para hacer del Museo Precolombino un espacio de aprendizaje y encuentro con las raíces indígenas, estimulando el orgullo que debemos sentir por la historia pasada y presente de las culturas americanas y pueblos originarios.

Gracias por su cariño y confianza.

Taira en Antofagasta

Del 28 de septiembre al 25 de enero, la exposición Taira, el amanecer del arte en Atacama llevará la belleza y complejidad del arte rupestre de Taira a la Sala de Arte del Edificio Comunitario de Fundación Minera Escondida.

En Antofagasta: Inédita exposición sensorial recrea la inmensidad del arte rupestre atacameño

  • Taira, el amanecer del arte en Atacama trae la belleza y complejidad del arte rupestre de Taira a la Sala de Arte del Edificio Comunitario de Fundación Minera Escondida (Av. Bernardo O’Higgins 1280, Antofagasta), del 28 de septiembre al 25 de enero.
  • La exposición cuenta con la participación de la Comunidad Indígena Atacameña Taira y se enmarca dentro de la alianza de colaboración que sostienen hace más de una década Minera Escondida/BHP y el Museo Chileno de Arte Precolombino.

El Museo Chileno de Arte Precolombino y Minera Escondida/BHP presentan Taira, el amanecer del arte en Atacama, una exposición que traerá la belleza, complejidad y vitalidad del arte rupestre de Taira a la Sala de Arte de Fundación Minera Escondida (Av. Bernardo O’Higgins 1280), Antofagasta.

La muestra releva un sitio arqueológico cuyas representaciones rupestres datan de hace más de 2.500 años y tienen pocos parangones en la prehistoria del arte americano. Además, presenta los testimonios de miembros de la Comunidad Indígena Atacameña Taira en el Alto Loa, quienes comparten con los visitantes sus creencias, sus vidas y su comprensión del paisaje que habitan, en especial relacionadas con el extraordinario arte rupestre de Taira.

“Esta es una exposición muy novedosa que se basa en una larga investigación de nuestro curador, José Berenguer, y por lo tanto es una expresión de arte rupestre muy bien documentada. Museográficamente es aventurada, con la inclusión de nuevos medios y alta tecnología”, explica Carlos Aldunate, director del Museo Chileno de Arte Precolombino.

La muestra cuenta con la colaboración en testimonios y saberes ancestrales de la Comunidad Indígena Atacameña Taira, actuales habitantes del lugar donde se ubica el sitio arqueológico investigado. Dado que este estilo de arte rupestre se encuentra en todas las tierras altas de la Región de Antofagasta, es un arte emblemático de los pueblos atacameños.

Taira, el amanecer del arte en Atacama se enmarca dentro de la alianza de colaboración que sostienen hace más de una década Minera Escondida/BHP y el Museo Chileno de Arte Precolombino, que ha llevado a producir proyectos culturales de gran relevancia para el país. Este aporte al patrimonio propio de los pueblos indígenas, especialmente aquellos del actual territorio chileno, tiene por objetivo demostrar que el mundo precolombino no es algo del pasado, sino que permanece en nuestro acervo genético y cultural.

“Esta exposición permite reconstruir una parte de nuestra historia como país, es fruto de una alianza de largo plazo con el Museo Chileno de Arte Precolombino y que, esta vez, nos permitirá acercarnos mucho más a nuestros pueblos originarios mediante el conocimiento de sus grabados y pinturas. Nuestro deseo es que la comunidad sea parte de este viaje por la historia de las culturas originarias de nuestro país y que asista en familia, que disfrute y conozca los orígenes de Chile antes de Chile”, señaló Patricio Vilaplana, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Minera Escondida.

“Taira es muy bello. Sin embargo, pensarlo solo como una joya estética o como un objeto de arte es limitarlo. En nuestra exposición, buscamos estimular el placer estético, pero también el goce de entender el mensaje que hay detrás de las imágenes”, afirma José Berenguer, arqueólogo, investigador de la exposición y curador jefe del Museo Chileno de Arte Precolombino.

Con ese objetivo, la museografía se desarrolla de manera innovadora, mediante dispositivos multimedia al servicio de la estimulación sensorial y los objetivos comunicacionales. “La diversidad del valle del Loa ha sido uno de los recursos visuales que activan la narrativa de la historia que contamos, en la cual lo audiovisual es un componente fuerte”, explica el arquitecto Rodrigo Tisi, quien junto a su equipo está encargado del diseño y montaje.

Coordenadas:

Exposición temporal: Taira, el amanecer del arte en Atacama

Lugar: Sala de Arte del Edificio Comunitario de Fundación Minera Escondida (Av. Bernardo O’Higgins 1280), Antofagasta.

Fecha: Del 28 de septiembre 2018 al 25 de enero 2019.

Horarios: Lunes a viernes de 09.00 a 13.00 horas – 15.00 a 18.30 horas

ENTRADA LIBERADA

La memoria del Museo Precolombino durante la dictadura

La memoria no se oculta, no se ignora, es imposible de borrar. Un martes 11 de septiembre hace exactos 45 años, militares bombardearon La Moneda dando inicio a una violenta dictadura que se extendería por casi dos décadas.

Los museos tienen un rol social que cumplir. En ese sentido, recordamos los testimonios publicados en el libro Compartiendo Memoria: 30 años del Museo Chileno de Arte Precolombino (2011), institución cuya historia se inicia y transcurre durante la última década de la dictadura.

En 1979, el arquitecto Sergio Larraín contactó al abogado y arqueólogo Carlos Aldunate para invitarlo a participar del proyecto del Museo Chileno de Arte Precolombino: una maravillosa colección de mil piezas americanas que no tenía dónde ser exhibida. Patricio Mekis, en ese entonces alcalde designado de Santiago, decidió que la colección iría al antiguo edificio de los Tribunales, consiguiendo en tiempo récord que el Poder Judicial traspasara el inmueble a la Municipalidad.

“Esto en democracia no se hubiese podido hacer por nada del mundo. Si hoy día se le ocurriera al gobierno quitarle una propiedad al Poder Judicial, olvídate, no se puede, son poderes del Estado distintos”, explica Carlos Aldunate, director del Museo desde su fundación en 1981 hasta hoy.

Durante muchos años, el Museo cargó equivocadamente con el estigma de ser afín a la dictadura, cuando en la realidad su equipo quiso un faro de luz en medio del apagón cultural. “Esto nos permitía pasar desapercibidos, entregar un mensaje latinoamericanista en todas nuestras exposiciones y nunca ser censurados”, recuerda el arqueólogo José Berenguer, actual curador jefe del Precolombino.

Augusto Pinochet nunca visitó el Museo. Sí lo hicieron generales de las Fuerzas Armadas y autoridades designadas de la época, confluyendo con trabajadores del museo y sus familias, en su gran mayoría opositores a la dictadura. “Afuera se recogían dos opiniones. Una, que Carlos Aldunate tenía puros comunistas metidos en el Museo. La otra, que era el Museo de la oligarquía chilena”, recuerda Varinia Varela, encargada del registro de colecciones.

“Al final, no nos quedó otra cosa que socializar. Carlos, como director, tuvo que lidiar con esto, porque el 90% de la gente que trabajaba en este Museo estaba en contra de la dictadura. Cuando venía el alcalde designado Carlos Bombal, por ejemplo, yo creo que él sabía perfectamente quienes estábamos acá. Pero había un respeto, sabía que éramos gente de Carlos Aldunate, gente de confianza. Así, las inauguraciones fueron generando a lo largo de la década un espacio de confluencia poco usual en el crispado clima político que vivía el país en esos momentos”, afirma la arqueóloga y curadora Carole Sinclaire.

Con universidades intervenidas, carreras cerradas y clases minuciosamente vigiladas, el Museo se convirtió en uno de los pocos lugares realmente libres para la investigación en arqueología, antropología, arte e historia. “Por eso venía tanta gente, estudiantes, muchos investigadores jóvenes. En cambio en la universidad, uno estaba conversando y cuando alguien se acercaba, había que cambiar de tema. O cuando hacía clases, en algún momento me abrían la puerta y se quedaban ahí, para controlar lo que estaba diciendo. Lo hacían siempre a la misma hora, así que luego les abría la puerta yo antes de que entraran ellos. En 1982, me exoneraron. Ese era el ambiente en esos tiempos”, afirma José Berenguer. “En los ochenta el Museo era una especie de oasis donde se podía pensar libremente, un lugar de mucha democracia, de mucha libertad de ideas”, agrega Luis Cornejo, quien fuera curador e investigador del Museo entre 1984 y 2013.

“La selección de personal, aquí, se decidió a través de la competencia, del profesionalismo, sin tener nada que ver la cosa política, algo que era raro en ese entonces. Había temor, no se podía contratar a cualquier persona porque podía estar fichada”, señala Carlos Aldunate.

– ¿Y cómo me contrataste a mí?-, pregunta de inmediato José Berenguer. Ambos ríen y revisan juntos la carta de 1979 en que Carlos invita a José a formar parte del equipo del Museo.

museo y memoria

En 1986, el juez Carlos Cerda pidió al equipo de arqueólogos del Museo Precolombino participar de excavaciones en Cuesta Barriga, donde se sospechaba que unos diez años antes había sido ejecutado un grupo de opositores a la dictadura.

“La verdad es que era meterse en la boca del lobo. Yo había seguido el caso a través de la revista Hoy y sabía que detrás de esos asesinatos estaba el Comando Conjunto, unas de las más despiadadas organizaciones represivas que operaron en los primeros años de la dictadura”, recuerda José Berenguer. Junto a Luis Cornejo, y sin decirle nada a nadie, al día siguiente, el 15 de marzo de 1986, llegaron al lugar. “La reacción nuestra fue que era imposible restarse a un deber como ese. Claro, nos causaba preocupación. Estábamos en una época en que la gente todavía era asesinada, desaparecida, por ser una molestia para el régimen militar, pero ninguno dudó mucho en involucrarse”, afirma Luis Cornejo.

Los amedrentamientos comenzaron casi de inmediato. “Al bajarnos del auto paso una camioneta tomándonos fotos y durante toda la visita estuvimos vigilados por dos vehículos estacionados en una cota más alta de la ladera del cerro. Le pedimos al magistrado resguardo policial de Carabineros durante todo nuestro trabajo, aunque no podíamos evitar la impresión de que estábamos pidiéndole dejar al gato al cuidado de la carnicería”, relata José.

Durante las semanas siguientes, los arqueólogos excavaron en todos los puntos indicados por el juez, sin resultado alguno. José Berenguer estaba frustrado. «Un día salí a recorrer el área. Me dirigí a una pequeña bóveda que había divisado entre la espesa vegetación que caracteriza al lugar. Afuera, encontré un cartucho metálico vacío, luego otro y otro, en total media docena de casquillos. Me introduje en el interior y con mi brocha comencé a limpiar la tierra suelta de la superficie. Primero dimos con los huesos de una mano casi completos. Estaban incrustados en una capa de barro seco y endurecido. Luego encontramos otros fragmentos de huesos humanos, dientes, una placa dental, pedazos de parka, trozos de un pantalón y balas de grueso calibre, algunas de ellas deformadas por el impacto. Tengo un detenido desaparecido en mi familia, así que mientras trabajaba no podía dejar de pensar que, quizás, estábamos dando con él”, rememora.

Los análisis arqueológicos, biológicos y forenses develaron restos incompletos de al menos tres adultos, dos de ellos de sexo masculino. Las víctimas habían sido introducidas vivas en la bóveda y obligadas a recostarse sobre barro fresco. En seguida, les habían disparado desde el exterior. El hecho había ocurrido durante la época húmeda del año, cuando se filtra agua del cerro dentro de la construcción. En un momento posterior, cuando los restos humanos habían adquirido el carácter de osamentas, habían venido a retirarlos.

El arqueólogo Iván Cáceres fue invitado por el equipo del Museo a participar de las excavaciones. «Con la mínima información que recuperamos se pudo identificar a Juan René Orellana Catalán, una víctima del Comando Conjunto. Lo habíamos hecho bien, pero dábamos una mala noticia a la familia: ese detenido desaparecido estaba muerto», cuenta.

“Recuerdo esa situación con mucho orgullo, porque nos comprometimos como personas y también como institución frente a esos hechos. Porque no ocultamos que pertenecíamos a una institución privada, no escondimos que éramos personal del Museo. Y creo que era lo que correspondía hacer. Pienso que fue reconocido también por el juez que llevaba el caso. Fue un aporte importante, que, además, nos enalteció a nosotros mismos y género respeto de los demás”, finaliza Carole Sinclaire.

Lo que vino después fue decepcionante. El juez Carlos Cerda fue sancionado por la Corte Suprema por llegar «demasiado lejos» en su investigación y el caso fue rápidamente cerrado. El sitio fue dinamitado y del informe final y los restos encontrados nunca se supo.

“¿Hasta qué punto los hechos de la contingencia han influido en la elección de un tema o un nombre para una exposición?”, preguntaba José Berenguer. “Me parece demasiada coincidencia que los años ochenta concluyeran en nuestro Museo con la exposición Moche: Señores de la muerte, justo cuando terminaba el régimen militar”, se responde.

“No es una coincidencia haber hecho esa exposición justo en el año en que se acaba la dictadura, con todo lo que eso significaba para muchos chilenos. La reflexión que estábamos haciendo en ese momento era cómo el Estado es capaz de controlar a la población a través de la noción de la muerte, que era algo que estábamos viviendo a diario”, explica Luis Cornejo.

45 años han pasado y no olvidamos un sólo día ni a una sola víctima. El poder de la memoria, el ejercicio de traerla al presente, es fundamental para que los horrores del pasado nunca más se repitan.

 

Texto por Oriana Miranda y Paulina Roblero

Taller de Cordeles Andinos

Las tecnologías textiles de las comunidades de los Andes son de un gran valor por su excelente manufactura. La técnica de trenzados y cuerdas es un trabajo realizado solamente por hombres, ya que estos artefactos son exclusivamente utilizados en la ganadería, actividad masculina. El objetivo es aprender distintos tipos de cuerdas destacando los diseños que se van configurando, los cuales están asociados a la naturaleza.

Dirigido a público mayor de 15 años, con interés en aprender y desarrollar el trabajo textil de los pueblos andinos. ¡No se requieren conocimientos previos!

Fechas y horarios: Sábado 20 de octubre de 10:00 a 14:00 y sábado 27 de octubre de 10:00 a 13:00
Valor: $42.000. Incluye materiales, inscripción a la biblioteca del Museo por un año y certificado de participación.
Consultas: Patricio Weiler al correo pweiler@museoprecolombino.cl

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El tras bambalinas de Taira, el amanecer del arte en Atacama en ArtEncuentro 3

Ya está disponible online la tercera edición de ArtEncuentro, publicación del Museo Chileno de Arte Precolombino que, en esta oportunidad, presenta el tras bambalinas de la exposición Taira, el amanecer del arte en Atacama.

En esta nueva edición, son compartidas con los lectores las circunstancias, razones, decisiones y alternativas barajadas durante el proceso de génesis, desarrollo y ejecución de esta memorable exposición, abierta al público entre el 1 de diciembre de 2017 y el 27 de mayo de 2018.

«Por lo general, las exposiciones en Chile son tratadas como ‘cajas negras’ y rara vez quienes participan en su conceptualización, diseño y montaje revelan cómo las hicieron. La ‘cajanegrización’ de las exposiciones invisibiliza dichos procesos, en la medida en que los equipos a cargo sienten que la muestra funciona tan a la perfección, que no encuentran necesario detallar la complejidad interior del proceso, concentrándose únicamente en ofrecer su resultado. Nada menos indicado: mientras más sepamos cómo es la poiesis de las exposiciones, mejor trabajaremos en las siguientes», explica José Berenguer, curador jefe del Museo Precolombino, autor de Taira, el amanecer del arte en Atacama y uno de los autores de la publicación que puedes descargar aquí.

En el primer capítulo de ArtEncuentro 3, José Berenguer ofrece una historia íntima de la exposición desde el punto de vista de su curatoría. En el segundo, el arquitecto Rodrigo Tisi nos entrega los fundamentos museográficos y creativos de su diseño y montaje. En el tercer capítulo, Claudio Mercado profundiza en las entrevistas que grabó y editó sobre los actuales pastores de Taira. La producción del libro asociado a la exposición es descrita por José Neira en el capítulo cuarto, mientras que las actividades desarrolladas a propósito de —y en torno a— la exposición y su conexión con la visión y misión del museo son tratadas en el capítulo quinto por Paulina Roblero.

Pamela Marfil y Constanza de la Cuadra son las encargadas de relatar en el capítulo sexto cómo idearon, desarrollaron y concretaron el material interactivo de esta exposición en la Zona Interactiva Mustakis (ZIM) del museo. El volumen cierra con el capítulo séptimo, donde Carole Sinclaire da a conocer el guion curatorial de la muestra, una suerte de versión escrita que incluye todos los textos e imágenes originales de la exposición.

Museo Precolombino abre sus puertas en la segunda edición de OH! Stgo

El domingo 9 de septiembre, el Museo Chileno de Arte Precolombino participará de OH! Stgo, evento urbano gratuito que invita a recorrer lo mejor de la arquitectura, ingeniería y espacios verdes de la ciudad de Santiago.

Entre las 10 y las 17.30 horas, tendremos entrada liberada para todo público, una gran venta de libros con descuentos de hasta un 80% y visitas guiadas temáticas a cargo de nuestro equipo de mediadores.

Los horarios de las rutas mediadas son:

10:00 a 10:45 – Lo femenino y masculino en América Precolombina

10:30 a 11:15 – El poder del vestuario: Identidad, prestigio y autoridad

11:00 a 11:45 – Vivir y morir en América Precolombina

11:30 a 12:15 – Chile antes de Chile

12:00 a 12:45 – El poder del vestuario: Identidad, prestigio y autoridad

12:30 a 13:00 – Vivir y morir en América Precolombina

13:00 a 13:30 – Lo femenino y masculino en América Precolombina

13:30 a 14:00 – Chile antes de Chile

14:00 a 14:45 – Vivir y morir en América Precolombina

14:30 a 15:15 – Lo femenino y masculino en América Precolombina

15:00 a 15:45 – El poder del vestuario: Identidad, prestigio y autoridad

15:30 a 16:15 – Chile antes de Chile

16:00 a 16:45 – Lo femenino y masculino en América Precolombina

16:30 a 17:15 – El poder del vestuario: Identidad, prestigio y autoridad

17:00 a 17:45 – Chile antes de Chile

OHStgo forma parte de la red internacional Open House World Wide y se realiza hace 26 años en más de 40 ciudades del mundo, siendo esta su segunda versión en Santiago. Es organizado por las Fundaciones Aldea y ProCultura, con el financiamiento del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a través del Fondart Nacional convocatoria 2018. Cuenta también con el apoyo del Instituto Nacional de la Juventud, el British Council, Fundación Imagen de Chile, Angloamerican y la Corporación Cultural Cámara Chilena de la Construcción.

DESCARGA LA GUÍA OH! STGO 2018

REVISA LA PROGRAMACIÓN DE LA 12ª MUESTRA CINE+VIDEO INDÍGENA

Claudio Mercado: «Lo que veremos en la 12° Muestra Cine+Video Indígena aparece en muy pocos medios»

REVISA LA PROGRAMACIÓN DE LA 12ª MUESTRA CINE+VIDEO INDÍGENA

Claudio Mercado: «Lo que veremos en la 12° Muestra Cine+Video Indígena aparece en muy pocos medios»

Claudio Mercado es antropólogo, etnomusicólogo, jefe del área de Patrimonio Inmaterial del Precolombino y uno de los directores de la Muestra Cine+Video Indígena, que este año en su 12° edición presenta 44 películas provenientes de 16 países en 30 salas de exhibición a lo largo de Chile.

Para Claudio, es fundamental llevar las películas de la 12° Muestra Cine+Video Indígena a la mayor cantidad de lugares del país, para que las personas puedan enterarse de la visión de mundo de los pueblos indígenas y los problemas que enfrentaron y enfrentan. “Lo que veremos aquí aparece en muy pocos medios: la contaminación de los ríos, las matanzas, la defensa contra las transnacionales”, afirma.

¿Por qué hacer una muestra de cine y video indígena?

La misión del Museo Precolombino es dar a conocer la cultura de los pueblos indígenas. Lo audiovisual, para ello, es una herramienta fantástica, porque con ella es muy fácil llegar a la gente. El audiovisual es capaz de aprehender los gestos, el lenguaje, la música, la danza, todo lo que desconocemos de los pueblos indígenas, que tienen mil cosas para enseñarnos: el cuidado del medio ambiente, el respeto por los antepasados, el respeto por la tierra. Hacer una muestra de cine y video indígena es una cuestión de compromiso de este Museo con la sociedad y con sus principios básicos.

¿Cuáles son los temas que caracterizan a esta edición de la muestra?

Medio ambiente y Derechos Humanos. Ya pasaron los años en que las películas sobre pueblos originarios eran para mostrar la maravilla del buen indígena, de los indios sabios y su amor con la naturaleza. Ahora son mucho más combativas, están diciendo la verdad de lo que pasa. Su pelea es ahora contra el Estado, contra las empresas, contra las transnacionales que se instalan en todos lados. Esos son los temas más potentes. Hay películas fuertes que hablan del conflicto con Sendero Luminoso en el Perú, hay otra sobre detenidos desaparecidos mapuche. Otra película peruana habla sobre las esterilizaciones forzadas. En las películas de Jorge Sanjinés también están los derechos humanos cruzados fuertemente.

¿Por qué decidieron homenajear a Jorge Sanjinés en esta edición, mostrando una retrospectiva con cuatro de sus películas?

Uno de los colaboradores de la muestra, Christian Pino de Fuego Negro, lleva tres años yendo a Bolivia. Fue a hablar con Jorge Sanjinés, a invitarlo para que viniera para acá. Jorge Sanjinés es un tipo fantástico, que tiene las cosas muy claras políticamente. Lamentablemente está enfermo y no puede viajar, pero va a mandar cuatro de sus películas, que serán presentadas por Pedro Lijerón, productor argentino que ha trabajado con él en dos películas. Sanjinés es una de las figuras más importantes del cine latinoamericano, sus películas sobre las cosas que han pasado y que siguen pasando entre las poblaciones aymaras y quechuas son de una estética preciosa y de una puesta en escena increíble. Impresionantes, muy potentes, de una belleza sobrecogedora. Es un maestro. Poder hacer esta retrospectiva, para nosotros, es una joya, un sueño.

¿Cuáles son otras de las novedades de esta muestra?

La mayoría de las películas que exhibiremos no se ha dado nunca en Chile. Entre las actividades destacadas, el viernes 24 exhibimos una película boliviana sobre un hiphopero aymara y va a venir Gonzalo Luanko, un hiphopero mapuche, a hacer un conversatorio y un par de temas. Luanko es muy potente y creo que ahí puede pasar algo bueno. El sábado 25 de agosto viene la directora peruana Maga Zevallos a presentar su película La vida no vale un cobre, que es sobre un pueblo al que le instalan una minera. Ella hace una serie de capítulos usando el concepto de transmedia, una película en capítulos que tú puedes ir eligiendo.

La 12° Muestra Cine+Video Indígena se exhibirá durante tres meses en un total de doce regiones. ¿Por qué es importante estar presentes en tantos lugares de Chile?

La centralización en Chile es nefasta; la gente tiene que tener la posibilidad de poder ver estas películas que les van a abrir la cabeza y les van a mostrar realidades que están pasando y que uno no se entera por los diarios. Nosotros nos sentimos responsables de que esto sea no solo para el público que puede venir al Museo durante diez días, por eso hacemos este esfuerzo. Esta muestra, con distintas programaciones, va a ir recorriendo Chile desde Arica hasta Punta Arenas, los lugares más recónditos, para que la gente tenga la posibilidad de ver esto que está pasando en nuestro mundo.

 

Entrevista y foto: Oriana Miranda

Se realiza con éxito el quinto Taller de Sistemas de Representación Andinos

Con el lema Problemas, metodologías y materialidades, este jueves 16 y viernes 17 de agosto se realizó la quinta edición del Taller de Sistemas de Representación Andinos (Tasira), organizado por el Museo Chileno de Arte Precolombino.

En el encuentro, quince investigadores de Chile y Argentina expusieron sus trabajos relacionados con el discurso de la imagen en la cultura andina, pudiendo enriquecer sus investigaciones en diversas disciplinas y evaluar el curso de las mismas.

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