Cuando los primeros hombres llegaron a América, el clima glacial del Pleistoceno comenzaba a mejorar. En el centro de Chile el derretimiento de los hielos dejó el territorio salpicado de lagunas y creció el caudal de los ríos, aumentando la vegetación y concentrando las manadas de grandes animales pleistocénicos ya extintos a sus alrededores. Entre estos animales, conocidos como megafauna, se cuentan mastodontes, caballos americanos, ciervos de los pantanos, paleolamas y milodones.