Habitaron la costa del norte de Chile, en el litoral de arreísmo absoluto que va desde Pisagua hasta Chañaral. Aquí se produce el enfrentamiento entre uno de los mares más ricos del mundo con uno de los desiertos más áridos. En toda esta extensión no hay ríos que logren cruzar la depresión intermedia, a excepción del rio Loa. La Cordillera de la Costa es bastante escarpada, alcanzando las mayores alturas del territorio chileno y se acerca al mar hasta el punto de dejar sectores sin playas. Esta barrera logra atrapar las neblinas o camanchaca que humedecen sus laderas, generando una vegetación de cactus, arbustos y hierbas, que sustenta animales como el guanaco, la taruca o ciervo andino, la chinchilla y otros roedores y aves.