Fueron un grupo canoero, nómada, cazador recolector. La embarcación principal parece haber sido la canoa de cortezas de árbol (preferentemente coihue), cosidas con nervios de ballenas, unas sobre otras y enmalladas a modo de concha, según la descripción de las crónicas históricas. De forma curva y puntiaguda y de longitud variable (entre ocho y nueve metros), el hallef era impulsado por unos pequeños remos.
Posteriormente, habrían adoptado la dalca chono (tablas cosidas con tendones y calafateadas con un emplasto de barro y vegetales) y, en épocas históricas, la canoa monoxila de tronco ahuecado, cuya fabricación es posible sólo con la tecnología europea (hachas de metal). Al centro de la canoa, el fuego siempre estaba encendido, sobre todo en forma de brasas para evitar que se consumiera, generando calor y permitiendo la cocción de los alimentos.
El régimen alimenticio kawésqar fue fundamentalmente carnívoro y graso. Los recursos principales se obtenían de la caza del lobo marino, de las nutrias y las aves marinas, así como de la pesca y la recolección de moluscos, alimento cotidiano, tanto crudos como cocidos. Era la mujer la que se dedicaba a su recolección y pesca, mediante buceo, para lo que cubrían su piel con grasa de lobo marino y arcilla, y recogían las presas en canastos vegetales, también fabricados por ellas.
Los hombres eran los responsables de la caza terrestre y marina y de la confección de herramientas, hechas básicamente de hueso. La cantidad de utensilios que fabricaron y poseyeron fue pequeña, sobre todo en variedad; una misma herramienta solía cumplir varias funciones. Confeccionaban punzones y cajas de madera con cortezas.
Para la caza del lobo marino usaron un arpón de hueso o una gran red hecha de tendones o hebras de cuero con el fin de atrapar al animal vivo. Su carne y la de ballena eran ingeridas en avanzado estado de putrefacción. Hay poca información sobre el uso del arco y la flecha. Fundamental era el perro en la caza del huemul y, posteriormente y de manera eventual, en la de vacunos cimarrones. Los escasos vegetales que consumían, junto con hongos y huevos de pájaro, eran recogidos en tierra firme.