Mantos funerarios de Paracas: Ofrendas para la vida – 2015

 
 

Presentación

 

Desde su descubrimiento por los arqueólogos hace casi un siglo, los magníficos tejidos bordados de Paracas no han cesado de maravillar al mundo entero. Fueron hechos en el sur del Perú aproximadamente a comienzos de nuestra era, permaneciendo enterrados en la arena por alrededor de dos milenios. Hoy sabemos que en la sociedad de Paracas los tejidos jugaban un rol especial, muy diferente al que desempeñan en nuestra vida moderna. Durante unos 300 años sucesivas generaciones de agricultores y pescadores los utilizaron como símbolos de identidad y distinción, como uno de los más importantes vehículos de comunicación con las divinidades y como infaltables objetos de sacrificio en las tumbas de sus ancestros o antepasados. De ahí que, más allá de su incomparable belleza, estos textiles, las otras ofrendas que integraban el ajuar mortuorio y los propios fardos funerarios que los contienen constituyan una fuente esencial de información sobre las ideas y las creencias religiosas de esa antigua sociedad de la costa sur peruana.

En la exposición Mantos funerarios de Paracas: Ofrendas para la vida, el Museo Chileno de Arte Precolombino exhibe 52 objetos arqueológicos, todos pertenecientes al Ministerio de Cultura del Perú, Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (MNAAHP). De ellos, casi la mitad son piezas textiles del período Paracas Necrópolis (100 a.C. – 200 d.C.) y fueron encontradas en Wari Kayán, una extensa y arenosa área de cementerio situada frente al mar, en la árida península de Paracas. La muestra incluye uncus o túnicas, ponchos cortos, turbantes, cintas, bandas, faldas y otras prendas textiles, pero también nueve vasijas cerámicas del período temprano de la vecina sociedad Nasca ─o Nasca Temprano (1-200 d.C.)─, tres vasijas de cerámica de estilo Topará, 10 adornos de metal, dos varas indicadoras de tumbas, un abanico, un collar de conchas de caracol, una maza, un cuchillo, una flauta de hueso y otras ofrendas, incluyendo ocho prendas textiles en miniatura. No cabe duda, en todo caso, que los objetos más impresionantes son ocho monumentales mantos funerarios, todos ellos ricamente decorados.

La exposición se inicia informando al visitante sobre la sociedad que produjo estos objetos, el medio ambiente en que vivía la población, sus estrategias de subsistencia, sus principales artesanías y su ubicación dentro de la compleja historia cultural del antiguo Perú. Sigue a continuación una breve reseña acerca del cementerio de Wari Kayán y su descubridor, el arqueólogo peruano Julio César Tello. En seguida, los visitantes aprenden cómo es un fardo funerario y cuáles son los elementos que lo componen, para descubrir luego cómo se “leen” las imágenes plasmadas tanto en las vasijas de la vecina sociedad de Nasca Temprano, como en los tejidos encontrados en los fardos de la propia época de Paracas Necrópolis. En la siguiente sección, el público puede conocer las principales características que han hecho mundialmente famoso al arte textil de esta época, mientras, sobre la marcha, va enterándose acerca de cómo vestía en vida un jefe o un miembro de la élite de esa sociedad. El estrecho tránsito por un oscuro pasadizo, donde se proyecta una fantasmal secuencia de los diversos envoltorios textiles de un fardo funerario, proporciona la metáfora perfecta para que los visitantes ingresen en la sala siguiente al mundo de los muertos y entiendan que en las ideas y las creencias de la sociedad de Paracas, al igual que en todos los Andes, morir era siempre volver a vivir. Bajo la penumbra de la sala, “levitan” ocho delicados y resplandecientes mantos sagrados, todos bordados con una variedad de figuras, muchas de las cuales han sido interpretadas como ancestros o chamanes que acompañaban al finado en su vida después de esta vida.

Los textos del presente catálogo están basados en su mayor parte en los catálogos Paracas, trésors inédits du Pérou ancien y Mantos para la eternidad: Textiles Paracas del antiguo Perú, publicados, respectivamente, por el Musée du quai Branly y el Museo de América, con motivo de las exposiciones sobre esta misma colección presentadas por esas instituciones en París y Madrid en 2008 y 2009. Estos textos siguen aproximadamente la secuencia de visionado de las vitrinas en las salas, aunque son más extensos e incluyen mayores detalles que los textos de la muestra. Esperamos muy sinceramente que los visitantes disfruten esta exposición tanto como lo hemos hecho nosotros al momento de montarla.

MUSEO CHILENO DE ARTE PRECOLOMBINO