San Pedro y San Pablo en Atacama – 2017

 

Presentación

Fotografías de Ralph Bennett Crignola, Portal del Museo, Junio-Diciembre 2017

San Pedro de Atacama, 29 de junio de 2014, se escuchan a lo lejos tambores y flautas, bronces, bombos y alabanzas a los santos. Hace calor en el desierto más seco del mundo. Y suena fuerte esta mezcla de escalas que parecen encerrar al pueblo en una muralla invisible de notas.

Hoy el pueblo celebra. Con guirnaldas. Con flores. Celebra a los santos como se viene haciendo hace cientos de años.

Los promesantes llegan desde los distintos Ayllus con los bailes del Torito, Pedro y Pablo, Los Catimbanos y El Negro. Algunos vienen desde lejos. Vestidos con botas, cachos de vaca, sombreros extraños y hasta suris en la espalda. Trajes rituales con terciopelos, lycras y nylon. Los penitentes vienen transpirando y dan lo mejor de sí.

Los bailes entran a la Iglesia para entregar sus saludos al Santo Patrono. Hay personajes con espadas, bailarines agotados que siguen zapateando y levantando una impenetrable cortina de polvo, hay curiosos, turistas, Achaches, Agostos, Rosas, Negras, Franciscanos y Margaritas. Vírgenes en andas y Cristos con pelo de verdad.

Las creencias de la vieja comunidad atacameña se mezclan con ritos e imágenes del conquistador español para crear una de las más bellas expresiones de sincretismo en Chile.