Iconografía

Escudilla polícroma zoomorfa

Escudilla polícroma zoomorfa

Cerámica
Cultura Diaguita

Caracol trompeta

Esta trompeta de cerámica pertenece a la cultura Moche, que se desarrolló en la costa norte de Perú entre los años 100 y 800 d.C.

Es un instrumento de viento (aerófono) que imita la forma de un caracol marino (Strombus) usado como trompeta en Los Andes hasta la actualidad. En su interior posee las volutas propias del caracol de mar, replicadas en cerámica con una técnica admirable y gran perfección. El caracol se toca haciendo vibrar los labios en la embocadura del instrumento. Insertando la mano en la abertura lateral se pueden obtener modulaciones en el sonido.

Ver ficha de documentación organológica

Tambor

Este instrumento musical, fabricado en madera y cuero, pertenece a la cultura Gentilar, que se desarrolló en el Norte Grande de Chile (Arica) entre los años 1200 y 1470 d.C.

Es un tambor (membranófono) fabricado con un trozo de madera ahuecada y recubierto con cuero estirado, que se une en sentido horizontal en la mitad del cuerpo del tambor por medio de una costura hecha con una tira de cuero. Sobre la costura hay una cinta también de cuero amarrada a la madera, de la que sale una manilla para asirla, que se nota utilizada y gastada.

No hay grabación del instrumento, debido a que su estado de conservación no permite el tañido.

Ver ficha de documentación organológica

Cencerro

Este cencerro de madera pertenece a la cultura Arica, que se desarrolló en la costa norte de Chile entre los años 1000 y 1532 d.C.

Fue usado en las caravanas como parte de la intensa actividad de ganado de llamas. El guía macho usa uno de estos instrumentos para guiar con su sonido al resto de los animales que lo siguen.

Este instrumento, un idiófono, está incompleto porque le faltan los badajos, pequeños palitos que –en número variable, aproximadamente entre cinco y diez, y según la intensidad del movimiento– producen el sonido al golpear el interior. Las delgadas paredes de madera fueron finamente trabajadas para obtener un mejor sonido.

Tiene varias huellas de uso, principalmente en el interior del cencerro, donde golpearon los badajos, y en los agujeros superiores, por donde pasó una cuerda o cuero para ser colgado.

El instrumento no pudo ser grabado debido a que su estado de conservación no permite el tañido.

Ver ficha de documentación organológica

Cuchillo ceremonial. Sonaja

Esta sonaja de metal (cobre y piedrecillas) pertenece a la cultura Vicús, que se desarrolló en la costa norte de Perú entre los años 0 y 500 d.C.

Es una pieza de una sola placa metálica compuesta de dos secciones: una hoja con filo en forma de un semicírculo (tumi) y una placa doblada combada de forma subtriangular. Las técnicas de manufactura fueron laminado y martillado.

Este instrumento es un idiófono, cuyo sonido se genera por medio de su propio sacudimiento. En el interior hay alrededor de siete piedras, de aproximadamente un centímetro cada una, que al chocar entre sí y con las paredes de la pieza producen un sonido fuerte, seco, metálico.

La iconografía Moche y Vicus muestra guerreros con varios de estos instrumentos amarrados a sus cintos, colgando hacia atrás, probablemente aumentando el sonido aterrador de sus batallas.

Ver ficha de documentación organológica

Sonaja

Esta sonaja, hecha de semillas y fibras de pelo de camélido y algodón, pertenece a la cultura Arica, que se desarrolló en la costa norte de Chile entre los años 1100 y 1470 d.C.

Este instrumento es un idiófono, es decir, suena cuando se mueve. Está construido con una vara de madera dispuesta en forma de ocho, con dos ojales de distinto tamaño. El pequeño sirve de mango; el grande y la unión de ambos ojales están embarrilados. Del ojal grande cuelgan semillas, cortadas en un extremo. Hay cuelgas con pedazos de semillas grandes y en menor cantidad cuelgas con pedazos de semillas chicas. Se observa que ambas secciones de semillas, grandes y chicas, corresponden a la misma semilla cortada.

Ver ficha de documentación organológica

Jarro sonaja con silbato

Este objeto de cerámica combina dos tipos de instrumentos musicales: una ocarina y una sonaja. Pertenece a la cultura Chorotega, que se desarrolló en Nicaragua entre los años 600 y 900 d.C.

El artefacto se divide en dos sectores. El inferior está formado por cuatro patas huecas modeladas con rostros figurativos que contienen una bolita de cerámica en su interior. Al mover la pieza, las bolitas chocan con las paredes de las patas, produciendo sonido a la manera de sonajas, como un instrumento idiófono.

La parte superior corresponde a la botella, cuyo gollete tiene forma antropozoomorfa con hocico de saurio. En el exterior del cuerpo de la botella, sin comunicación con su interior, está el silbato. El silbato es muy pequeño, tiene un aeroducto que conduce el aire hacia un filo, produciendo el sonido. No tiene agujeros de digitación, por lo que da sólo una altura de sonido (La#).

Ver ficha de documentación organológica

Bastón sonaja

Este instrumento musical es una sonaja de metal (plata) perteneciente a la cultura Vicús, que se desarrolló en la costa norte del Perú entre los años 500 a.C. y 500 d.C.

Es un idiófono de golpe indirecto, es decir, el instrumento se mueve y al hacerlo mueve cuatro bolitas de metal que golpean las paredes y producen el sonido.

El Instrumento fue manufacturado usando la técnica de vaciado en molde en cera perdida y tiene un cuerpo globular calado con representaciones zoomorfas. La banda superior está dividida en 6 módulos, cuatro de los cuales poseen un tamaño similar y dibujan la figura de un cuadrúpedo visto de perfil de cuerpo completo, sentado. Su cola termina en tres triángulos y porta un gran tocado tumiforme. Los otros dos módulos más pequeños se intercalan entre los pares anteriores y presentan la figura de un ave vista de cuerpo entero en posición de vuelo y con el pico hacia arriba. La banda inferior se divide en 8 módulos de dos tipos: 4 con la figura del ave descrita anteriormente y los otros 4 con una figura esquemática de pez o manta raya.

Medidas: 520 mm alto x 730 mm largo x 730 mm ancho.

Ver ficha de documentación organológica

Cabeza de cetro. Sonaja ornitomorfa

Esta sonaja de metal pertenece a la cultura Chimú, que se desarrolló en la costa norte de Perú. La pieza corresponde al momento en que esta cultura estaba dominada por el imperio Inka, entre los años 1470 y 1532.

Este instrumento es un idiófono, cuyo propio cuerpo suena al ser movido. La pieza –que era la parte superior de un cetro, con un mango de madera– está compuesta por un tubo abierto en un extremo y cerrado por un disco de mayor diámetro en el extremo opuesto. Este disco posee catorce argollas y contra-argollas de las cuales penden pequeñas sonajas y sobre él existe una prolongación del tubo, que en su parte superior se estrecha terminando en sección rectangular. Ahí hay un segundo disco, con el mismo número de argollas y contra-argollas que el anterior. Sobre este segundo disco está la figura maciza de un ave.

La técnica de manufactura es vaciado en molde de cera perdida.

Ver ficha de documentación organológica