La alfarería Wari se muestra como un crisol de tres distintos estilos. Muchos de sus diseños presentan semejanzas formales con los personajes de Tiwanaku y Pukara, tales como los chamanes alados o el «Personaje de los Cetros», mientras que las formas de las vasijas destacan por sus botellas de dos golletes que evocan la cultura Nasca. La cerámica era policroma y su acabado de superficie era muy pulido. Hay piezas policromas de grandes dimensiones y muy decoradas que, probablemente, tuvieron usos ceremoniales y demuestran el alto nivel técnico de los ceramistas, con una producción a gran escala. Los wari también alcanzaron gran maestría en la elaboración de textiles, especialmente en telas policromas, brocadas y dobles, así como el uso de plumas para el decorado.