Tilocalar

  • Ambiente y Localización

    Hacia el interior de la Provincia de Antofagasta en el norte de Chile, la pampa asciende lentamente hacia el oriente, formando un plano inclinado que termina en el altiplano o puna. Las comunidades Tilocalar habitaron las quebradas que bajan por este espacio precordillerano y también los oasis que se forman a sus pies, en los bordes del Salar de Atacama.

  • Economía

    La economía de estos primeros pastores se basó principalmente en la crianza de llamas, de las que obtenían carne, cueros, lana y huesos para confeccionar instrumentos. La caza de animales silvestres siguió siendo importante, junto a la recolección de los frutos de algarrobos, chañares y cactáceas. En los oasis practicaron la horticultura de ají, quínoa, calabazas y maíz, aunque todavía a muy baja escala.

  • Arte

    Fueron los primeros ceramistas de la región, confeccionando vasijas de uso doméstico, algunas de las cuales pulían y decoraban con grabados geométricos. También manufacturaron objetos en hueso y cuentas para collares con minerales de cobre y conchas marinas. Conocían la metalurgia del cobre y el oro, con la que fabricaron finos objetos de prestigio, y también grabaron algunos vasos de piedra con figuras de llamas con formas humanas. El estilo de arte rupestre de este período, conocida como Taira-Tulán, se caracteriza por grabados de grandes representaciones de camélidos naturalistas de cuatro patas, ubicados, por lo general, muy visiblemente en las paredes de las quebradas, en las zonas de confluencia de los ríos, o cercanos a las fuentes de agua.

  • Organización Social

    El desarrollo aldeano asociado a una arquitectura de carácter ceremonial y la proliferación de nuevas actividades de subsistencia, sugiere un aumento de la complejidad social. Debió existir entre los grupos Tilocalar cierta especialización del trabajo y es probable que hayan comenzado a configurarse grupos de poder al interior de su sociedad, posiblemente ligados a las actividades ceremoniales que practicaban y al control del creciente intercambio de bienes alimenticios y de prestigio con otras comunidades de la región.

  • Culto y Funebria

    En la quebrada de Tulán, al sur del salar de Atacama, se edificó una arquitectura monumental de piedra de carácter ceremonial, donde se realizaron ritos fundacionales con entierros de neonatos humanos junto a ofrendas exóticas y objetos de oro, que luego fueron cubiertas por sucesivos depósitos resultado de actividades rituales. Los cementerios Tilocalar se ubicaron cerca de sus aldeas y los individuos fueron enterrados de lado, con las rodillas flectadas y con sus artefactos más preciados como ofrendas.

  • Patrón de Asentamiento

    Fueron sociedades ganaderas y horticultoras que, sin abandonar por completo la movilidad del período anterior, combinaban la estabilidad aldeana con desplazamientos estacionales a la alta puna y los oasis precordilleranos. Los asentamientos más estables, con muros de piedra, se establecieron en las quebradas aptas para el pastoreo de llamas. Con materiales perecederos construyeron campamentos semipermanentes en los oasis, aprovechando los desagües de los ríos para el desarrollo de actividades hortícolas, complementada con la recolección de leña y frutos de los algarrobales y chañares. En la alta puna establecieron campamentos transitorios que ocuparon durante el verano, cuando realizaban expediciones dedicadas a recolectar piedras para sus instrumentos y huevos de parina (flamenco andino). Estas comunidades fueron las autoras de la primera arquitectura pública, de carácter marcadamente ceremonial, ejemplificada en el complejo de templetes semisubterráneos de Tulán.

  • Historia

    Las sociedades Tilocalar fueron herederas de la antigua tradición de los grupos cazadores recolectores del período Arcaico. Ocho milenos de cercana relación con los camélidos les permitió domesticarlos y comenzar un nuevo modo de vida pastoril. Algunas similitudes en la industria cerámica que tenían, permiten establecer relaciones de intercambio con poblaciones contemporáneas de la vertiente oriental de Los Andes, en el noroeste argentino y posibles influencias ideológicas provenientes de las comunidades altiplánicas de Chiripa y Wankarani, en los alrededores del lago Titicaca. No obstante esto, la complejidad que acusa el modo de vida aldeano y pastoril Tilocalar parece haber sido resultado de procesos locales. Hacia el 400 a.C., el patrón de asentamiento de estos grupos, cambia cuando comienzan a ocupar intensivamente los oasis de San Pedro de Atacama, complementando su economía pastoril con un mayor desarrollo agrícola. A partir de esta época se da paso al periodo cultural siguiente, conocido como Formativo Tardío.

Ubicación

Período