Mixteca tuvo un alto desarrollo artístico en distintas materias. Destacan sus objetos en piedras semipreciosas, como jade, cristal de roca, ópalo y obsidiana, con las que hacían adornos y pequeñas figurillas que representaban deidades, ancestros y animales como el conejo y la tortuga. También tallaban la turquesa, para hacer mosaicos. En oro hicieron gran cantidad de objetos y adornos, como pectorales, anillos, collares, láminas en forma de calabaza y narigueras. Tallaban también la madera para confeccionar artefactos ceremoniales como máscaras y cuchillos. Su cerámica era principalmente policroma, principalmente en vasijas trípode, decorada con animales o personajes mitológicos y simples flores y bordes con muchos colores. También manufacturaban copas y cuencos con largos soportes terminados en cabeza de serpiente o con grecas en rojo y blanco, muy parecidas a la de sus murales. Los temas más representados en la iconografía mixteca son las deidades y sus insignias, signos zoomorfos (serpiente, jaguar, venado, conejo, araña, etc.), discos solares y lunares, bandas celestiales, calaveras, esqueletos y motivos que representan a los elementos de la naturaleza, como el agua y el fuego. Este tipo de representaciones fueron muy comunes en los manuscritos pictográficos o códices que narraban eventos históricos y aspectos religiosos.