El más típico modelo arquitectónico en la cultura Vicús es una maqueta de cerámica que representa una casa, en cuyo interior se encuentra un personaje de rasgos exagerados y grotescos. La maqueta tiene un techo de dos aguas, comprensible en un ambiente que presenta cortas pero torrenciales lluvias en verano y una alta insolación en todo el año. La techumbre pareciera estar sostenida por postes de madera que delimitan un espacio ampliamente ventilado. Las diagonales pintadas en el cuerpo de la vasija, representarían escalinatas para subir a la cima de una loma o plataforma, similando los montículos sobre los cuales se hallan emplazados los sitios arqueológicos de esta cultura. Entre los Moche, las maquetas muestran una estructura situada sobre una plataforma de dos o más niveles y una serie de pequeños escalones. Estas plataformas pueden ser representaciones de las grandes pirámides de adobe de esta cultura. Algunas estructuras tienen muros sólidos y techo de dos aguas con una medialuna en la cumbre. Otras poseen muros con aberturas y combinan techos de una y dos aguas, decorados con mazas de guerreros. La gran escasez de lluvias en el desierto costero donde se desenvolvió la cultura Moche, sugiere que, originalmente, la idea de este tipo de techos provino de regiones más húmedas.