COLECCIÓN ÁREA Andes Centrales

Tiwanaku

Figura zoomorfa: llama

Características

Materiales: Cerámica

Periodo: 400 - 600 dC

Medidas: 172mm x 127mm x 96mm

Código de pieza: MCHAP 1000

Ver cultura Tiwanaku

Dentro de los motivos del arte Tiwanaku, el camélido ocupa un lugar tan importante como el felino, la falcónida y el ofidio.Esta representación es un excelente ejemplo del énfasis en la simetría bilateral de los diseños, uno de los cánones formales más reiterativos de la clásica cultura altiplánica. En esta figura se presentan regularmente los mismos elementos por ambos lados. El motivo del camélido se repite incansablemente en todas las materias que usa como soporte el artista indígena y en la región de San Pedro de Atacama, también se los representa dentro de los objetos del complejo alucinógeno, que son característicos del momento de interrelación de ambas culturas. Tiwanaku ejerció una fuerte influencia cultural en los territorios del norte árido de Chile y hoy en día aún es posible reconocer una esfera de interacción religiosa entre los indígenas que ocupan el ámbito sur andino, desde Cusco hasta el noroeste argentino.

La pieza puede ser interpretada como la imagen de una llama, porque es el único camélido que soporta la talega y su carga. Sin embargo, preferimos considerarla en su género, porque hemos recopilado un relato etnográfico en el norte de Chile que sugiere la posibilidad de su relación con la vicuña. Según este “…la vicuña estaba echada con su carguita de plata, encinchada con una culebra…vino un ave, para bajar la carga y echarla sobre su hombro”. El relato alude a la vicuña y al ave, como animales que trasladan la riqueza de los cerros tutelares masculinos (mallku) a las deidades femeninas (mallku talla).

También en los Andes Centrales, se ha recopilado el mito de Yakana, llama mítica generatriz de su especie y que se mueve en el cielo, donde se puede observar su figura en noches despejadas, amamantando una cría. El hombre andino reconoce en ella a la constelación de la llama.

De cualquier forma, para un pueblo situado en el hábitat natural de domesticación de estos animales y en donde la riqueza se medía por la posesión de sus camélidos, no es de extrañar que puedan existir innumerables razones para sacralizarlos.

Período