Los tafís enterraban a sus difuntos bajo el patio ubicado al centro de la aldea. Los adultos eran sepultados en posición flectada en cámaras de piedra, mientras que los niños eran inhumados en urnas. En ambos casos las ofrendas eran escasas.
Respecto al culto, un papel fundamental debieron tener los grandes monolitos, posiblemente en ceremonias comunitarias y ligadas a los ancestros, ya que estarían emplazados en estructuras de evidente usdo ritual. No obstante, también hay monolitos aislados al interior de las viviendas, en los campos de cultivo y en los corrales, los que podrían ser testimonio de un culto más doméstico o más vinculado a la producción.
Pipas de piedra y de cerámica con representaciones humanas o animales pueden haber sido empleadas en estos rituales para fumar plantas psicoactivas como el cebil.