Esta exposición estuvo dedicada a un conjunto de textiles de los Andes prehispánicos que comparten una misma técnica de decoración denominada teñido por reserva de amarras. En ella, los diseños policromos se logran mediante apretadas amarras, que evitan que un determinado tinte impregne el área reservada de la tela. Esta técnica, muy extendida en distintas partes del mundo, alcanzó un alto grado de complejidad y destreza entre los indígenas de Bolivia, el Chaco argentino y el norte y sur de Chile.