Aguacate o palta (Persea americana) son las denominaciones nativas que los españoles registraron para este fruto arbóreo de carne verde y suave, un poco dulce, un poco salado, que a su llegada se encontraba extendido por casi toda América. Ellos, sin embargo, lo bautizaron como “pera de las Indias” por su semejanza a las peras españolas. Las tres razas originales de esta especie provienen de México, Guatemala y las Antillas. En México central hay evidencias de su consumo en estado silvestre hace más de cinco mil años, pero su cultivo parece ser más reciente, de acuerdo al registro arqueológico de semillas domésticas de 3000 a.C. en Perú y de 500 a.C. en México. La palabra aguacate viene de ahuácatl, que en lengua náhuatl significa testículos, y ahuacamolli o guacamole, refiere a la sopa o salsa de aguacate. Por otra parte, el nombre palta es quechua y se piensa que los inkas le llamaron así por los Palta del Ecuador, una etnia en ese entonces bajo la esfera de dominio imperial y que habitaban una región donde este fruto se cultivaba y era de popular consumo.