El arte de ser Diaguita – 2016
- Un poco de historia
- Bailes Chinos
- Maneras de ser Diaguita antes de los Inkas
- En Las Ánimas están los orígenes del arte y la cultura Diaguita
- Varios estilos cerámicos coexistieron en el Norte Chico, representando distintos modos de ser Diaguita. Uno de ellos es el Cuarto Estilo
- Al igual que muchos pueblos prehispánicos, los Diaguitas sintieron la necesidad de representarse a sí mismos en la cerámica
- El color no fue la única manera de expresar identidad entre los Diaguitas
- La cerámica Diaguita exhibe rostros de aves, felinos y reptiles
- El tricolor Diaguita y sus geometrías chamánicas
- Identidades en transformación
- Textiles de la cultura Angualasto dan una idea de cómo vestían sus contemporáneos chilenos, los Diaguitas
- Los objetos encontrados en las sepulturas prueban que la identidad Diaguita trascendía la muerte
- Los Diaguitas también practicaban cultos a la vida
- Melodías y sonidos acompañaban las ceremonias y rituales Diaguitas
- El trance chamánico jugaba un rol central en el modo de ser Diaguita
- Mediante el consumo de alucinógenos ciertos individuos adquirían la identidad y poderes de sus animales tutelares
- Maneras de ser Diaguita en tiempos inkaicos
- Luego de la conquista inkaica los Diaguitas modificaron algunos elementos de su cultura
- Durante la expansión de los inkas hacia el Valle Central, los Diaguitas desempeñaron el rol de agentes del Imperio
- Como aliados de los Inkas, los Diaguitas contribuyeron a administrar el valle de Copiapó
- Los Diaguitas y el metal rojo
- La piedra emblemática de los Diaguitas fascinó a los Inkas
- Hoy en el Norte Chico: Diaguitas a su manera
- Epílogo
- Créditos
Un poco de historia
La cultura Diaguita Chilena se desarrolló a fines de la época prehispánica en los fértiles valles de Huasco, Elqui, Limarí y Choapa en el Norte Chico. Estuvo integrada por diversas comunidades que vivieron de la agricultura, la ganadería y los recursos marinos. Al parecer se organizaban en mitades, es decir con un cacique que gobernaba la parte alta de un valle y otro la parte baja. Su rasgo más emblemático es la alfarería, de excelente manufactura y variado repertorio de formas, entre ellas el emblemático «jarro-pato», de cuerpo globular con un gollete y una cabeza modelada unidos por un asa. La alfarería Diaguita sobresale en el mundo precolombino por su singular combinación de diseños geométricos y figurativos, pintados en negro, blanco y rojo.
Su origen puede rastrearse hacia 700 d.C., en el complejo cultural Las Ánimas, cuya última fase es contemporánea con los inicios de la cultura Diaguita. El desarrollo de esta última empezó hacia el año 1000, alcanzando su apogeo a partir de 1300. Hacia 1400, los Diaguitas fueron incorporados al Imperio Inkaico, proceso que se expresa en la cerámica por el estilo Diaguita-Inka. Como aliados de los Inkas, los Diaguitas avanzaron al norte hasta el valle de Copiapó y al sur hasta la cuenca de Santiago e incluso hacia el otro lado de la cordillera. En 1535, Diego de Almagro y su hueste atravesaron el Norte Chico rumbo a Chile central. Este episodio marcó el fin de la época prehispánica y el comienzo de la conquista y dominación española, período conocido como la Colonia.
En 1548, los Diaguitas se rebelaron contra los españoles destruyendo la ciudad de La Serena, que sería refundada en su localización actual un año más tarde. Poco se sabe de los Diaguitas con posterioridad a 1570. Se ignora a ciencia cierta si fueron diezmados por enfermedades, si desaparecieron en forma gradual al mezclarse con otros grupos étnicos o si sobrevivieron en ciertas localidades hasta la época republicana. El hecho es que, en 2006, el Estado de Chile reconoció a los Diaguitas como el noveno pueblo indígena del país. Hoy en día, están representados en el valle del Huasco por la «Comunidad Diaguita Huascoaltina» y en el valle del Choapa por la «Comunidad Diaguita Taucán».
El guión de esta exposición muestra que en tiempos pre-inkaicos, inkaicos, coloniales y republicanos han existido diferentes maneras de ser Diaguita. Y, como veremos en los vídeos al final de la exposición, actualmente cada habitante del Norte Chico parece sentirse Diaguita a su manera.