Morir para gobernar: Sexo y poder en la sociedad Moche – 2007
La Ceremonia del Sacrificio
Los guerreros derrotados eran desarmados, desvestidos y conducidos a un cerro o a una isla, llevándolos con una cuerda amarrada a su cuello. Al iniciarse la Ceremonia del Sacrificio, los cautivos se encontraban desnudos, sin sus orejeras, arrodillados y con las manos amarradas a la espalda, acompañados de un atado con sus ropas y armas. En seguida, un oficiante les practica un corte en la yugular y la sangre que fluía de la herida era vaciada a una escudilla y luego a una copa de la que bebían personajes con rasgos sobrenaturales. La ejecución de guerreros de alto estatus y en la plenitud de su vida, era una ofrenda de sangre a las divinidades para preparar el tránsito del Gobernante fallecido desde el Mundo de los Vivos al Mundo de los Muertos. Cuerpos, cabezas y miembros de los sacrificados eran arrojados desde un alto promontorio y luego enterrados en lo más profundo de una pirámide.