Sexo animalizado

La actividad sexual entre animales y mujeres, y entre seres humanos con rasgos de animal, operaba también durante el tránsito al Mundo de los Ancestros. Por lo general, se trataba de sexo no fértil, como la cópula anal de una pareja medio humana y medio animal, o la masturbación que una mujer practicaba a un pelícano. La excepción, es la cópula vaginal que se representa entre una mujer y un hombre con rasgos de murciélago. Esta imagen puede explicarse porque el murciélago es un mamífero volador nocturno, un ser de transición por excelencia, que se mueve tanto en el ámbito de la muerte como en el más allá y participa activamente de los rituales funerarios. Por lo tanto, tenía la misma capacidad simbólica de generar vida a través del sexo fértil, como la que poseen las deidades que habitan el Mundo de los Ancestros.