Transito al mundo de los muertos

Transito al mundo de los muertos

Transito al mundo de los muertos

Transito al mundo de los muertos

Transito al mundo de los muertos

Transito al mundo de los muertos

Transito al mundo de los muertos

Transito al mundo de los muertos

Tránsito al mundo de los muertos

Al morir el Gobernante, éste iniciaba un viaje lo llevaba desde el Mundo de los Vivos, al Mundo de los Muertos y de allí al Mundo de los Ancestros, desde donde retornaba a la vida con todas sus capacidades reestablecidas, para continuar rigiendo los destinos de su sociedad. Entre cada Mundo existía un paso, una transición, un umbral que el soberano debía cruzar con éxito a través de complejas ceremonias, entre los cuales estaban ciertos ritos sexuales. El pasaje entre la Vida y la Muerte era propiciado mediante actos sexuales no fértiles, como el sexo anal, el sexo oral y la masturbación, donde el hombre, -representado por un guerrero o un cautivo mutilado- asumía el rol activo, enfatizando el dominio masculino que caracterizaba a la sociedad Moche