Chile bajo el imperio de los Inkas – 2009
Imperio
El Inka Topa Yupanqui conquistó Chile central y su hijo, Huayna Capac, consolidó estas conquistas.
Seguramente, la conquista de Chile fue similar a la del resto del imperio. Primero llegaban soldados y diplomáticos por senderos locales, ya que los caminos inkas todavía no se construían. Luego, el Inka exigía a los jefes indígenas la sumisión pacífica. Si aceptaban, sellaba una alianza regalándoles tejidos finos y vasos queros. Si no, los amenazaba con la destrucción total. Lograda la conquista, llegaban arquitectos, ingenieros de caminos, funcionarios a cargo de fijar los límites, y se introducía el sistema de la mita. Sólo entonces era posible enviar mitimaes al área o reclutar mitimaes locales para enviarlos a otros lugares. Ahí comenzaba el flujo normal de bienes, funcionarios y soldados, muchas veces destinados a regiones más distantes. En vísperas de la invasión española, la ocupación inkaica comprendía unos 200 cementerios, asentamientos, minas y sitios ceremoniales en ocho regiones de Chile. Unos 1.800 kilómetros de territorio, desde el valle de Lluta hasta casi las puertas de Rancagua. Más al sur, los avances fueron meras incursiones y contactos esporádicos, quizás porque la organización de sus habitantes no se acomodaba al sistema inkaico de dominación, porque no había el tipo de recursos mineros que interesaba al Tawantinsuyu o por los aguerridos pueblos de Arauco.