Continuidad

El inka vive todavía en Chile a través de mitos, nombres de lugares y en nuestro lenguaje diario.

Se ignora si la fuerte huella cultural que el Inka dejó en Chile fue consecuencia de la influencia directa del imperio o de situaciones posteriores, como la gran cantidad de yanakonas o sirvientes que los españoles trajeron del Perú. Lo cierto es que hoy el Inka se encuentra vigente en nuestra toponimia, denominando diversos lugares del territorio, y está muy presente en el habla cotidiana de los chilenos. Incluso el quechua, lengua de los inkas, supera con creces al mapudungun, lengua de los mapuches, el grupo étnico originario con mayor población en el país. Es sorprendente constatar, además, que los mitos andinos del inkarrí –que proclaman que Atahualpa, el Inka asesinado por los españoles, resucitará para dar origen a una nueva era de riqueza y libertad para los indígenas– sobreviven entre los pueblos originarios del norte de Chile y llegan hasta la isla de Chiloé, donde el dominio del Tawantinsuyu jamás alcanzó.

 Palabras quechuas de uso actual en Chile:

Cacho, Callampa, Cancha, Cocaví, Cochayuyo, Concho, Chacra, Chala,Champa, Chancar, Charqui, Chasca, Chasquilla, Chasqui, Challa, Chico, Chicha, Chimba, China, Choclo, Choro, Chúcaro, Chuchoca, Chuño, Chupalla, Chupe, Chupilca, Guagua, Guano, Guaraca, Guata, Huacho, Huaina, Huaquero, Huasca, Huincha, Locro, Mama, Ñato, Ojota, Pampa, Papa, Paya, Palta, Poto, Quisco, Tambo, Tata, Yapa, Yuyo, Zapallo.