Joven cuna. Río Caimán Nuevo. Golfo de Urabá. Caribe

La mirada colonial. El chamán «Sacerdote del diablo»

Durante el período colonial, entre 1550 y 1819, las prácticas rituales indígenas fueron vistas como manifestaciones del demonio y se acusaba a los chamanes de mantener conversaciones con él. Los conquistadores y sus descendientes profanaron las tumbas y saquearon los templos en busca de las piezas de oro, tenidas como «ídolos del mal» o imágenes de «salvajismo».

Muchas de las sociedades orfebres desaparecieron como consecuencia de la conquista y colonización europeas. Los indígenas fueron distribuidos en encomiendas, sometidos a procesos de evangelización forzada y les fueron confiscados sus tierras y bienes. Las campañas contra «la idolatría» se prolongaron durante casi cuatro siglos.

En Colombia existen en la actualidad 84 grupos indígenas con 64 lenguas aborígenes. La mayoría de ellos mantienen su religión y prácticas chamánicas tradicionales, adaptadas a los nuevos contextos, y varios utilizan objetos de orfebrería heredados de sus antepasados. Algunos han desarrollado nuevas metalurgias de otros metales, con las cuales producen adornos corporales y otros objetos cotidianos y rituales de gran estética y simbolismo.
.