Primera versión de la vitrina del traje Chimú (Dibujo digital, A. Irarrázabal)

Primera versión de la vitrina, con base desplazable en dos direcciones (Dibujo digital, A. Irarrázabal)

Primera versión de la vitrina, con base desplazable en dos direcciones (Dibujo digital, A. Irarrázabal)

Segunda versión de la vitrina, con dos paredes y techo removible (Dibujo digital, A. Irarrázabal)

Segunda versión de la vitrina, con dos paredes y techo removible (Dibujo digital, A. Irarrázabal)

Lugar del traje ceremonial en el plano de la exhibición (Dibujo digital, José Pérez de Arce)

La instalación del textil

El soporte y la vitrina para exhibir un textil precolombino debe considerar la mejor forma de disponerlo de acuerdo a los parámetros de conservación, su interpretación de uso y el diseño de la exposición.

Antes de diseñar la estructura que exhibiría el textil, fue necesario definir la posición y el espacio en el que se desplegaría. En esta etapa, era preciso equilibrar los criterios de conservación, con los postulados de uso de las prendas y una lectura del atuendo que fuera visualmente adecuada para el público.

En el diseño del soporte, nuestro principal desafío era minimizar el posible deterioro del textil, evitando la fatiga física del tejido, así como el roce y el deslizamiento. Además -y ya que el soporte estaría en contacto directo con las piezas- seleccionamos materiales totalmente inertes para su construcción.

Del mismo modo, la vitrina debía cumplir con los requisitos necesarios para garantizar la conservación del atuendo. Debía ser totalmente hermética para bloquear la polución y evitar los cambios en la humedad y temperatura. Al sellarla, logramos igualmente limitar la radiación dañina de la luz e impedir el acceso de insectos, roedores u otros organismos dañinos.