Algodón nativo de “colores” (Gossipium barbadense), de la costa norte de Perú

Fibra de camélido andino teñido y cochinilla peruana (Dactylopius coccus).

Fibras, hilados y teñido

Para confeccionar sus obras las textileras Chimú emplearon tanto el algodón como la fibra de pelo de camélidos, el primero, nativo de la costa, el segundo de la sierra. La delicadeza y transparencia del traje que se exhibe en esta exposición se debe a las propiedades del algodón, en cambio su fortaleza y volúmenes tejidos obedecen a las características de la fibra del camélido.

El algodón (Gossypium barbadense) fue utilizado para realizar delicadas y livianas telas, pero también para confeccionar la base de tejidos más resistentes y de mayores dimensiones. La fibra de camélido, por su parte, la usaron las tejedoras para otorgarle más consistencia a sus tejidos y principalmente para plasmar las imágenes de intensa policromía que caracteriza a las obras textiles Chimú, puesto que al ser más fácil teñirla que el algodón, la fibra de camélido permitía obtener una gama cromática mucho más amplia.

En este traje, son de algodón el tejido transparente del soporte y la base que sustenta las aplicaciones planas y volumétricas. En cambio, el tejido de tapicería, así como todas las aplicaciones de la iconografía, se hicieron con fibra de camélido, posiblemente alpaca (Lama pacos).

Los hilados de las urdimbres del soporte del traje son de dos cabos, en dirección “Z”, en tanto los hilados de trama son muy finos, de un cabo y torcido en “S”. La mayoría de los de fibra de camélido corresponden a hilados delgados compuestos de dos cabos y torcidos en dirección “S”.

El algodón es de color café claro natural, en cambio, las fibras de camélido se tiñeron con pigmentos de origen vegetal, animal o mineral, obteniéndose al menos 20 tonos diferentes con algunos matices. La camisa es la prenda que ostenta la mayor variedad cromática, con el rojo como el color más abundante. Se ignora el origen de la mayoría de los tintes usados, sin embargo, se sabe que al menos uno de los tonos rojos proviene del insecto cochinilla.

El algodón andino

La especie de algodón Gossypium barbadense es originaria de la costa del Perú. El fácil cultivo y rápido crecimiento de esta planta han permitido que aún hoy sobrevivan las antiguas variedades de algodón de “colores” que describían con asombro los cronistas de la época colonial. Cinco son las tonalidades que actualmente se cosechan: blanco, café claro, café oscuro, café rojizo y gris rosado a verdoso. Estas variedades continúan formando parte de una intensa actividad textil tradicional que se mantiene en la costa norte desde épocas prehispánicas.

Origen del color rojo

La cochinilla peruana (Dactylopius coccus) es un pequeño insecto, parásito de una variedad de cactus tunero (Opuntia Ficus-indica), que crece en las zonas áridas. De las hembras se obtiene un pigmento de color rojo oscuro intenso, el que fue muy utilizado como material tintóreo en la textilería prehispánica andina.