Chimú, laberintos de un traje sagrado – 2005
El traje ceremonial
El traje se compone de tres prendas que son básicas en el vestuario masculino precolombino de la costa peruana. Un turbante, una camisa o túnica y un taparrabo. Las tres piezas fueron hechas con las mismas materias primas, técnicas y estructura textiles. Comparten también una misma composición iconográfica.
El turbante es un largo y sencillo paño rectangular que termina en dos paneles con elaborados diseños textiles. Se enrollaba en la cabeza para formar un abultado turbante, o bien, podía ser la base de otro más complejo y que iba sobrepuesto, como el tocado de plumas en forma de media luna, característico del atuendo Chimú. En ambos casos, los paneles decorados, caían sobre el torso del individuo o, sobre su espalda, simulando una larga cabellera.
La camisa con mangas, de forma ancha y corta, y aspecto liviano, es característica del vestuario costeño, a diferencia de las camisas de la sierra, de tejido más grueso, sin mangas y que alcanza hasta las rodillas. Toda su superficie se encuentra decorada con los mismos diseños presentes en el turbante.
El taparrabo es un paño rectangular delgado de gran extensión, similar al del turbante. En uno de sus extremos las textileras cosieron un gran panel decorado con las mismas técnicas y composición iconográfica que las dos prendas anteriores. Este paño actuaba como calzón doblándose por la entrepierna del individuo, quedando el panel decorado por el frente del mismo, como si fuera un faldellín de una sola cara.