Quipu con cordeles de colores. Probable antecedente del quipu inka. Colección American Museum of Natural History, New York, N° 41.2/7679 (Fotografía, gentileza del AMNH).

El Quipu, las necesidades de un Imperio

El vasto territorio abarcado por el Tawantinsuyu comprende de norte a sur una gran diversidad de ambientes naturales y de oeste a este un intrincado escalonamiento de zonas ecológicas, incluyendo el desierto de la costa del Pacífico, la Cordillera de los Andes y las húmedas tierras bajas de la selva tropical.

El principal desafío para los inkas era programar y coordinar sus actividades a través de un área caracterizada por importantes diferencias en los tiempos de siembra y cosecha, de pastoreo de camélidos y de disponibilidad de diversos recursos. Debían organizar y coordinar la producción de alimentos, algodón, lana, minerales, metales y otras materias primas y artículos acabados, así como inventariar y almacenar estos productos en las qollcas o bodegas estatales. Sincronizar estas actividades requería de un cuidadoso registro de ciclos temporales basado en observaciones astronómicas y de un calendario que programaba desde la siembra y la cosecha hasta la celebración de rituales locales y estatales.

El quipu fue el instrumento más apropiado para registrar esta enorme, compleja y diversa información a través del Imperio.